Descanso primaveral
Hoy entra la primavera y no voy a hacer gran cosa porque me lo tomo como descanso. Simplemente les pongo una foto primaveral y algún enlace.
¿Será un telescopio? ¿Será un loco? ¿Será un foco? La primavera.
Hasta mañana
Sobre la teórica diferencia entre humanos y bestias
Hoy entra la primavera y no voy a hacer gran cosa porque me lo tomo como descanso. Simplemente les pongo una foto primaveral y algún enlace.
¿Será un telescopio? ¿Será un loco? ¿Será un foco? La primavera.
Hasta mañana
Se ha dicho siempre que el nombre imprime carácter, pero eso debe venir de la consideración que tienen los demás. Como Clodoaldo, Carlota o Virgilio tiene buena sonoridad, se les asocia a personas fuertes y con determinación, mientras que otros nombres menos sonoros sugieren lo contrario. También están las combinaciones de nombres, que vienen de la realeza y retumban como bóvedas: Luis Felipe, Victoria Eugenia o María Antonieta. Y es simplemente una percepción auditiva de los demás y en abstracto.
Cuando concretamos y destinamos un nombre a una persona, este tiene el rango de quien lo lleva, y no al revés. Leopoldo, que pasa por ser nombre de reyes y emperadores, también era el del tonto de mi pueblo, y de ese modo a nadie en Argentina se le ocurre tener en poca consideración a José Hernández, nombre y apellido corrientes, pero insigne autor del Martín Fierro. De ese modo, da igual cómo te llames, porque finalmente no es el nombre lo que determina, lo mismo que la matrícula nada tiene que ver con la potencia de un coche.
Ayer fue día de los Josés y las Josefas, pero este nombre se usa infinitamente más en los hombres, y hay tantos que sería interminable la lista de Josés conocido en combinación con otros nombres (Antonio, Luis, Miguel, Manuel, Ignacio…) desde presidentes y vicepresidentes de Gobierno a presidentes de Cabildo. También a Josés a secas, y muchos Pepes, y cada uno es único, de manera que José o Pepe no es menos que Maximiliano. Con un día de retraso felicito a todos, y en muchos de ellos celebro la amistad, pero todos me van a perdonar si personalizo mi felicitación en dos ilustres y venerables vecinos de Gran Canaria: José Miguel Alzola y José María Millares.
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La fotografía es de Arcadio Suárez y se publicó en Canarias7 después de uno de los temporales de este invierno que hoy acaba. La pongo porque es magnífica, no hay más relación.
La décima edición del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria nos deja la resaca de la duda, cuando estábamos convencidos de que este festival era ya inamovible, como el de Música o el de Ópera. Yo quiero pensar que lo que ha habido es una serie de errores encadenados y que nadie ha querido poner cargas de profundidad a un evento que ha costado mucho trabajo levantar y que ha puesto a nuestra ciudad en el mapa cinematográfico.
Espero que, a un año vista, se programe de acuerdo a las posibilidades que se prevean, porque un festival pequeño también puede ganar prestigio si se hacen las cosas con seriedad y diligencia. Habría que decir que un festival como este, que da nombre y proyección a la ciudad y a la isla, debe contar, además de con las instituciones, con el empresariado turístico, que está muy presto a pedir y por lo tanto tiene que arrimar el hombro en la promoción de la isla, porque en años de vacas gordas ha obtenido beneficios a los que no son ajenas las actividades de los organismos oficiales de promoción del turismo, y a todo el mundo le parece bien que se gaste dinero público en las diferentes ferias del turismo internacional, en anuncios de televisión y en promociones varias. Todos vamos en el mismo barco, y un evento de la envergadura del Festival de Cine debe interpretarse también en clave de cartel anunciador de Canarias. Por ello, no es ningún disparate pedir al empresariado que alimente el fuego del que luego también recibirá calor.
Esta es la resaca, y la película que se anuncia en el título de este artículo es ni más ni menos que NO-DO, el último largometraje de Elio Quiroga, uno de nuestros valores seguros en el cine, que va mucho más allá de ser una promesa, porque es una realidad hace más de una década, cuando dio el campanazo con Fotos. Quiroga es un cineasta riguroso, profundo conocedor del medio en todas su vertientes, pues a su indudable y demostrado talento como director, une una dilatada trayectoria como guionista, indagador en las tecnologías de vanguardia valiéndose de su bagaje como titulado en informática, escritor sobre cine desde diversos puntos de vista, poeta y hombre de una solidez cultural que sirve de pilar a todo lo que hace.
Hay un aspecto en el trabajo de Elio Quiroga que hay que comentar aparte, y es su labor de productor, sea de sus propias películas, sea de las de otros cineastas. Ante la delgadez y, por qué no decirlo, el sectarismo de la industria cinematográfica española, ha tenido, como otros directores conocidos, que involucrarse en la producción, porque si no sería imposible que sus películas llegasen a las carteleras o simplemente fuesen rodadas.
Esa actividad es agotadora física e intelectualmente, y quita mucho tiempo a la creación pura, cuando en los países en los que el cine funciona debidamente el director se dedica a dirigir. La ignorancia es atrevida, y hay quien se mete de decir cosas como que determinados directores sólo tienen en su haber dos o tres títulos distanciados en varios años. En el otro plato de la balanza ponen la copiosa lista de títulos de los grandes directores americanos. Hay que recordar que esos grandes directores que salían a película por año -o más- tenían resuelta de antemano la producción. Cuando terminaban de filmar se iban a rodar otra que ya estaba preparada y la postproducción quedaba en manos del montador.
Por eso es tan laboriosa la carrera cinematografía de los cineastas españoles que no cuentan con el paraguas de una productora que produzca. Tienen que hacerlo todo, y dedicar mucho esfuerzo a trabajos que los distraen de su verdadera vocación, pasan demasiado tiempo en despachos, negociando esto o lo otro, buscando financiación y luego tratando de imponer su película en los circuitos, cosa que en España no es nada fácil.
Pues a pesar de todos esos inconvenientes, ese lastre que tiene que arrastrar un creador como Elio Quiroga, acaba de estrenar en el Festival una película redonda. NO-DO es mucho más de lo que aparenta, pues contiene una crónica de un momento de la historia de España, es una película de personajes muy bien dibujados, con un argumento muy atractivo y encima una película de terror. Hace siete u ocho años, Elio me dejó leer una primera escritura del guión de NO-DO. Desde mis modestos conocimientos cinematográficos le dije que una historia con tantas aristas era inviable como película, y si se convertía en novela tendría al menos 600 páginas.
Pues con todas esas premisas, Quiroga ha metido toda esa complejidad en poco más de hora y media, con una precisión relojera. Ha manejado la mirada de Ana Torrent con la maestría de Kieslowski y ha conseguido una gran película, redonda, como dije al principio. En definitiva, NO-DO es una obra impecable. Y si les digo la verdad, no me sorprende, porque el talento se demuestra contra imposibles, y Elio Quiroga tiene talento de sobra.
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Este trabajo fue publicado ayer en el suplemento Pleamar de la edición Impresa de Canarias7. Las fotos han sido cedidas por la productora Eqlipse.