No seré yo el que diga que acertó con la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales norteamericanas. Pensaba que era una manifestación más del fracaso de la política de toda la vida, que se muestra de distintas maneras más allá de los tradicionales conceptos de derecha e izquierda y que al final ganaría Hillary. A toro pasado, parece claro que era muy probable que ganase Trump, deberíamos haber aprendido la lección del Brexit. Pero aquí hay una diferencia inquietante. La propaganda a favor del Brexit estaba en todas partes, equiparada a la idea contraria; en este caso, la mayor parte de las cadenas de televisión americanas y periódicos más importantes no solo estaban contra Trump, es que lo ridiculizaban a todas horas, en portadas, en artículos y hasta en programas de entretenimiento. Quienes hablan de Trump como fenómeno mediático se equivocan, pues los medios no lo apoyaron. Pero ganó. Llaman populismo a todo lo que no está controlado por la política de siempre, y si es así, me temo que vamos a tener muchos ejemplos.
Lo que me sorprende ahora es que hoy, 9 de noviembre, no he visto ni una sola alusión a la canción Un ramito de violetas, de Cecilia. Y eso ha pasado porque hoy toca echarse las manos a la cabeza: ¿cómo es posible que las mujeres voten a un ultramachista, los latinos a un xenófobo y los afroamericanos a un racista? Y luego remachan con que los americanos están locos, o son raros o son conservadores-puritanos (los puritanos votan a un libertino). Se nos olvida que en España se sigue votando a corruptos, que en la Comunidad Valenciana y en su capital, políticos de tramas corruptas organizadas como manda Don Corleone gobernaban con mayorías absolutas renovadas cada cuatro años. ¿Dónde está la novedad, si hemos sido pioneros de esa supuesta gran contradicción? Y digo supuesta por si se me ha escapado algo que pueda convertirlo en lógico, y puede que así sea, porque ha habido parlamentos autonómicos con un tercio de sus diputados empapelados. Y hablo solo de algunos botones de muestra. Hemos visto a centenares de personas apoyando a Messi a la salida de un juzgado donde se sentaba en el banquillo por evasión fiscal de gran calibre. Y ahora nos sorprende lo de Trump. Ah, ya, es que los americanos están locos, son raros y muy conservadores-puritanos. No cuela. El caso es que, como decía un primo segundo de Virgilio, «et reliquit post leporem, poena cuniculum» (después de conejo ido, palos a la madriguera). Para que me entiendan: de Konejen me risken len perren.
Primero : Mil gracias por provocarme la primera carcajada del día con el título . Hacía tiempo que no escuchaba esa frase , y que escrita » en alemanen » me hizo más gracia todavía . La descripción que hace de lo que ha sucedido en Estados Unidos , y el paralelismo con España , me había hecho pensar , que de qué nos escandalizamos . Me incluyo . Me parecía increíble que pudiera ganar Trump , pero no lo que vemos todos los días . Así somos ……