Las paradojas son tozudas


F44oto0322.JPGPara tener sentido de la realidad presente nada mejor que conocer la historia. Es una paradoja, como la mayoría de las grandes verdades, y una paradoja es simplemente una verdad que no lo aparenta. Andamos metidos en superficialidades que consumen horas y horas de radio y televisión y ríos de tinta en los periódicos y revistas; la gran tragedia es que el Real Madrid ha perdido la capacidad de lucha y el Aleluya es que al Cordobés le han concedido la Medalla de Oro de las Bellas Artes (que sí, que no deliro, digo yo que será por filosofar a lo Juan Belmonte, que tampoco filosofaba). Y uno relee la historia, compara y se da cuenta de que estamos viviendo uno de los momentos más convulsos de los últimos decenios, hay acontecimientos embalsamados desde 1945 y otros desde 1918 e incluso aplazados desde el siglo XIX, que parece que tienen fecha de vencimiento y se precipitan a velocidades de vértigo. Las viejas heridas cerradas en falso comienzan a supurar, desde el Kurdistán hasta Crimea, desde Palestina hasta Cataluña. Y hay muchas más cosas que huelen a podrido, pero resulta que es un temporal de nieve lo que abre y cierra los telediarios. Y las paradojas son tozudas.

Un comentario en “Las paradojas son tozudas”

  1. Gran acierto el reflejado en la presentación de hoy.
    Pero nos va la marcha, porque la reacción no se vislumbra; si acaso, el gregarismo. Por estupidez o por complicidad contribuímos a las paradojas aludidas.
    Añadamos lo poco aficcionados que somos al cultivo de los brotes aislados de sensatez. Preferimos la rueda de las frivolidades paradójicas.
    Saludos cordiales.

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