El terremoto de los pobres

El terremoto de Haití vuelve a poner sobre la mesa las desigualdades de este planeta. Es verdad que a veces las desgracias se producen en lugares pobres, como el Tsunami de hace cinco años en el Indico, y también es cierto que contra fuerzas de la naturaleza como esa o como un volcán tremendo nada puede hacerse. No es el caso de los terremotos, cuyo daño es siempre directamente proporcional a la calidad de las infraestructuras. Raro es el año en el que Japón no sufre seísmos de 7 grados, y todo queda en algunos destrozos, pero no se convierte en una catástrofe de magnitudes bíblicas.
zImage58[1].JPGEsto sucede porque la pobreza también está en las infraestructuras. Cuando el terremoto de Managua hace más de treinta años ocurrió lo mismo, pero curiosamente los edificios oficiales, los hoteles de lujo y las mansiones se mantuvieron en pie. Es terrible que sucedan estas cosas en uno de los países más pobres del mundo, nadie puede evitar que la tierra tiemble, pero sí que los daños sean tan grandes. Con esta desgracia volvemos a tener constancia de que los embates de la naturaleza enfurecida pueden amortiguarse con dinero, pues solo basta ver la forma de construcción que hay en Japón o en California, donde los seísmos son frecuentes. Si mañana la tierra temblara en Los Angeles, tengan por seguro que los muertos y el apocalipsis estarán en los barrios hispanos, y en Beverly Hills como mucho se romperán algunos cristales. Qué pena Haití, ahora más pobreza y me temo que más corrupción cuando haya que administrar las ayudas, como sucedió en Managua.

2 opiniones en “El terremoto de los pobres”

  1. Pues si, tienes razín , los vaivenes terribles de la naturaleza azotan por igual intensidad pero no es lo mismo estar preparados para ellos o no estarlo cuando ya se vive instalados en la miseria,.
    Ahora dice el País que se están acumulando en la frontera para pasar a la Republíca Dominicana y es terrible, al mismo tiempo es para reflexionar que cuando hay una catástrofe salen contigentes de ayuda, quizás lleguen tarde pero llegan y comparten el terror y la capacidad de ser solidarios ya que sus gobiernos sino pasa nada no les ayudan, en estos momentos salen desde Médicos sin fronteras, Cruz Roja, la Unesco ha enviado ya su contigente de ayuda en estas ocasiones, el caso que se resalta es la solidaridad ante hechos como este, pero no podemos esperar a que ocurra hay que prevenir y que la ayuda no sea solo recoger cadáveres y oir gemidos, la solución no la tengo ,porque no estaría aqui escribiendo, pero sé que se mueven muchos Jóvenes , en Canarias hay mucha conciencia de ayudar en los desatres y andan hacia ese lugar donde les espera el desastre. Ojala puedan mitigar en algo toda esta terrible situación, porque ahora vendrán los «daños colaterales,» como odio esa palabra para encubrir mas muertes por falta de agua, alimentos y medicinas, necesitaran curar las enfermedades, contagios en una población ya de por si insalubre…Ojala que se pueda hacer algo.

  2. Gracias Dumi por tu comentario, lo has dicho todo, ya no tengo palabras para tanto desastre. Como tú bien dices lo peor está por «llegar». Siento una ansiedad e impotencia tremenda, por no poder hacer nada. Un Saludo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *



El contenido de los comentarios a los blogs también es responsabilidad de la persona que los envía. Por todo ello, no podemos garantizar de ninguna manera la exactitud o verosimilitud de los mensajes enviados.

En los comentarios a los blogs no se permite el envío de mensajes de contenido sexista, racista, o que impliquen cualquier otro tipo de discriminación. Tampoco se permitirán mensajes difamatorios, ofensivos, ya sea en palabra o forma, que afecten a la vida privada de otras personas, que supongan amenazas, o cuyos contenidos impliquen la violación de cualquier ley española. Esto incluye los mensajes con contenidos protegidos por derechos de autor, a no ser que la persona que envía el mensaje sea la propietaria de dichos derechos.