Halloween… ¿Qué es eso?

Nos han dicho hasta la saciedad que la nuestra es una sociedad cosmopolita gracias al tránsito de culturas por nuestros puertos de mar, y eso está bien, porque por ello hemos usado cuchillo y tenedor antes que cualquier lugar de La Península, y también hemos tenido antes agua corriente en las casas, luz eléctrica y alumbrado público. Lo de fuera forma parte de lo nuestro, y se ha ido macerando durante décadas y siglos hasta formar tradiciones singulares como los enanos de La Palma, la también palmera fiesta de los Indianos y tantas costumbres insulares que tuvieron su origen en lo que llegaba de fuera, desde una polca hasta el surrealismo.
Siempre ha sido así, pero lo que está sucediendo en los últimos años no tiene pinta de mestizaje, sino de colonización cultural pura y dura. Hace veinte años se empeñaron en que la salsa caribeña tenía carta de naturaleza en Canarias desde siempre, y eso no es verdad, por mucho mojo picón que le pusiera Caco Senante. El bolero sí. zcastañas.jpgDe repente, nuestros carnavales, que eran elegantes y suntuosos dentro de las posibilidades del pueblo, se convirtieron en una especie de Copacabana brasileña que poco se parece a lo que siempre fueron esas fiestas que se llenaban de arroz con leche y tortillas con miel, y como mucho una representación del Tenorio. Ahora nos invade el Halloween, un carnaval americano sacado de la Familia Adams, cuando aquí hemos celebrado el Día de Difuntos de otra manera mucho más nuestra. Ya tenemos un carnaval, no hay por qué celebrar un Hallowen de segunda mano, que como no nos viene en los genes resulta una charada. La Fiesta de La Cerveza es grandiosa en Munich, y la del Charco fabulosa en La Aldea. Al revés no funciona. Los colegios privados bilingües sembraron la semilla y los grandes almacenes lo remacharon. Ya sólo nos falta determinar la fecha en que celebraremos el Día de Acción de Gracias.

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