Publicado el

A ver qué dicen las cabañuelas

 

Se va el mes dedicado al emperador romano Augusto, posiblemente uno de los más entretenidos de todos los agostos que recuerdo. Ya saben que, desde siempre, era entendimiento general que, en los meses de julio y agosto, se detenía el mundo, todo era quietud y se producía una sequía periodística general, y de esa forma se acuñó la expresión “serpientes de verano”, que eran supuestas informaciones que aparecían en los medios, generalmente sin una base sólida, aunque a veces tenían un sustrato de verdad, como el famoso asunto de la Perra Chona, cuando Juan Rodríguez Doreste y el artista Juan Ismael se inventaron, un verano de mediados de los años 50 del siglo pasado,  uno de los episodios más divertidos del periodismo canario, pues tuvieron en jaque a la isla y a toda la policía  buscando una perra que se dedicaba a desenterrar huesos supuestamente humanos por la zona de Tamaraceite.

 

Fue tal el impacto que causó en la población, que todavía hoy, algunas personas muy ancianas que vivieron ese episodio, aseguran que la perra existió. La fuerza del tema radicaba en que hubo gente que se inquietó, porque podrían ser restos de los desaparecidos de mala manera en los años de la posguerra. El periódico local que publicó durante varios días secuencias de las supuestas andanzas de la perra hizo su agosto, pues todos estaban pendientes de las últimas novedades. El asunto se zanjó cuando el Gobernador Civil y la policía, que también mordieron el anzuelo, se pusieron duros con el rotativo y dejaron de aparecer aquellas páginas tan deseadas por el público. No se habló más de la Perra Chona, pero se quedó en el imaginario popular de la isla hasta el punto de que, hace unos años, nuestro llorado Alexis Ravelo escribió con esta historia un espectáculo teatral que tuvo muy buena acogida.

 

En los grandes medios, cada verano, también se las veían y se las deseaban para llenar las páginas, y circulaban rumores impresos sobre un posible traspaso del jugador barcelonista Kubala al Real Madrid, o el infundado noviazgo de Gary Cooper con Sara Montiel, que había protagonizado la película Veracruz junto al mítico actor y el no menos legendario Burt Lancaster. Aquello vendía periódicos en ausencia de política de los demófilos (así la llamaban frente a la denostada política de los demócratas), fútbol y otros objetos de interés.

 

Esto fue cambiando a medida que empezaron a ser cosa normal los teletipos, y no digamos con la generalización de Internet, aunque los grandes temas hacían un parón pero seguían ahí, porque ya el fútbol casi no para y la política siempre sobrevolaba aunque el Parlamento estuviera cerrado por vacaciones. Este año se ha liado buena, y esto va para largo, pero el verano informativo está resuelto. Ya es casi normal que nuestra gente gane medallas de oro en distintos deportes (ahora está el Mundial de Baloncesto masculino), pero el despiporre ha sido que la selección femenina de fútbol haya ganado el Mundial. Ya sé que ha habido otras mujeres españolas que han pisado lo más alto del podio en muchos campeonatos europeos y mundiales, pero es que el machismo imperante toleraba que las mujeres pudieran ser tenistas, atletas, nadadoras, gimnastas o jugadoras de baloncesto, badmington, balonmano o voleibol; pero lo de futbolistas ya eran palabras mayores. Pues se ha roto ese techo de cristal y encima somos campeonas del mundo, dos heroicidades en una, algo inimaginable hace solo unos años. Pero, claro, alguien tenía que nublar tan hermosa gesta. Todo este asunto del machismo, el beso federativo y la reacción masiva de la sociedad, han ocultado la Copa del Mundo, y se les roba la merecida gloria a las futbolistas. En fin, “cosas veredes, Sancho”, que lo digo yo, porque de eso en El Quijote no hay rastro, que tampoco dice en ningún lugar don Alonso de Quijano “no-voy-a-dimitir”.

 

A todas estas, tocaría hablar de las cabañuelas, método de predicción meteorológica para un año (ojo, no de pronóstico). El sistema más popular en España es el de observar el tiempo y otros signos del 1 al 24 de agosto, y cada día corresponde por orden a un mes del año siguiente, tomados primero en sentido ascendente y luego descendente. He oído que, entre lo que se anuncia (el Almanaque zaragozano se basa en eso), parece que va a haber lluvias fuertes en los últimos meses de 2023, algunos dicen que se llenarán los pantanos, y que, debido a la abundancia de avispas, mariquitas y algunas especies de mariposas, también habrá otra Filomena. Si nos basamos en los 24 primeros días de agosto, en 2024 nos vamos a hornear, porque no ha habido tregua. Lo que no sé es si las cabañuelas son capaces de predecir en qué mes la UD Las Palmas meterá algún gol de jugada, qué nueva secuencia surrealista emana del culebrón Rubiales (la huelga de hambre de su madre pone el nivel muy alto) o si Puigdemont llevará a La Moncloa a Feijóo, a Sánchez o a ninguno.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *



El contenido de los comentarios a los blogs también es responsabilidad de la persona que los envía. Por todo ello, no podemos garantizar de ninguna manera la exactitud o verosimilitud de los mensajes enviados.

En los comentarios a los blogs no se permite el envío de mensajes de contenido sexista, racista, o que impliquen cualquier otro tipo de discriminación. Tampoco se permitirán mensajes difamatorios, ofensivos, ya sea en palabra o forma, que afecten a la vida privada de otras personas, que supongan amenazas, o cuyos contenidos impliquen la violación de cualquier ley española. Esto incluye los mensajes con contenidos protegidos por derechos de autor, a no ser que la persona que envía el mensaje sea la propietaria de dichos derechos.