El archipiélago canario es muy diverso, no solo en las condiciones físicas de las islas sino en la idiosincrasia de cada una, y es probable que ambas vayan unidas, pues no es lo mismo vivir en las castellanas llanuras majoreras de Antigua que en la tierra de volcán puro de Yaiza, Tías o Tinajo. Tenerife y Gran Canaria, por la superpoblación también son diferentes, pero donde más se nota esa diversidad es en las islas periféricas.
La Palma, como El Hierro, La Gomera, Lanzarote , Fuerteventura y La Graciosa, es una isla muy particular, que seguramente depende de su geografía y geología, pues ya nos ilustró sobre la influencia del paisaje en los pueblos el poeta Pedro García Cabrera. Mi memoria palmera es de serenidad, paciencia y a la vez de mucha fuerza interior. He podido vivirlo muchas veces, en el Hoyo de Mazo, en Santa Cruz de La Palma, en el vergel de Los Sauces y, cómo no, en el gran valle en el que se asientan los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane y la villa y puerto de Tazacorte.
He visitado La Palma menos veces de las que hubiera querido, pero siempre que he ido me he encontrado el abrazo tierno en la cocina de Elsa López y Manolo Cabrera, frente a un café, el respeto (que es algo muy grande) de Nicolás Melini y Anelio Rodríguez Concepción, la complicidad con Manuel Concepción, la acogida que se da a un caminante por parte de Pilar Rey y Antonio Abdo, el cariño de lectores en toda la isla, la paz del Valle de Aridane (hoy turbada por el maldito diablo de Cumbre vieja), el vértigo del Roque de los Muchachos, la grandiosidad de la Caldera de Taburiente…
Sé que esa fuerza palmera que surge también de su alma volcánica hará que todo sea como antes de la llegada de la bestia, o mejor si es posible. Quien se sienta canario de cualquier isla hoy es palmero, y así seguirá siendo hasta que se acabe y se restaure este cataclimo. Y tú, maldito demonio del volcán sin nombre, detén tu castigo injusto, deja en paz a Tazacorte, que ya no nos quedan lágrima de tanto llorar por el mal que ya has hecho.
Hasta pronto, La Palma.
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