Sin paños calientes
Creo que ya se les ha dado el beneficio de la duda durante mucho tiempo a los partidos del Gobierno y al primer partido de la oposición. Han demostrado que no están a la altura de lo que este país merece. De acuerdo, es una pandemia que ha pillado a todos por sorpresa, que no hay precedentes cercanos sobre cómo afrontar un desafío de esa envergadura y que se ha ido trabajando con el sistema acierto/error. Pero han transcurrido más de cuatro meses y hemos visto lo que ha ido sucediendo en otros países. Algo tenían que haber aprendido, porque primero eran guantes y mascarillas, luego hubo debate sobre si estas eran necesarias hasta que ahora son obligatorias, y de los guantes nunca más se supo.
Dicen los políticos que siguen al pie de la letra los consejos de la ciencia, pero también hemos escuchado a autoridades científicas en epidemiología, que advertían una y otra vez que las fases de la desescalada tenían que ser más lentas, que algo tendríamos que haber aprendido de China. Y los nacionalismos más fuertes se quejaban a destiempo de las prolongaciones del Estado de Alarma, porque debían suponer que el control de la pandemia en su territorio ellos lo llevaban mejor. Temíamos que cuando cada comunidad autónoma tomase el mando sanitario esto se convertiría en un laberinto, y son precisamente dos de las comunidades más combativas para que les dieran los poderes las que están entre las que los rebrotes empiezan a ser más de los que se esperaban, precisamente porque no hay legislación que permita claramente suprimir la movilidad, y casi siempre acaban en tribunales.
Sé que volver al confinamiento sería un suicidio económico y social, pero pregunto a los señores Sánchez y Casado si en cuatro meses no han tenido tiempo de hacer una ley que permita controlar los distintos aspectos de la pandemia desde las comunidades autónomas. Todas son distintas y tienen características propias, pero tiene que haber un criterio único para aplicarlo a las diversas circunstancias. En su lugar, se han entretenido en insultarse, descalificarse, mentir y perder el tiempo lastimosamente, dando una imagen de parvulario que es la que nunca se espera de partidos con ambición de gobierno.
El dinero que va a venir de Europa es menos precisamente por la falta de unidad de acción de los grandes partidos y las rabietas a destiempo de los nacionalistas y de los más extremistas de ambos lados. Para colmo, cada cual hace lo que le parece, cierran locales de ocio nocturno pero nadie controla botellones en las playas y parques. En algunos municipios, la medida es que los restaurantes cierren a las doce en lugar de a la una. Sería para troncharse si no viéramos en fila miles de muertos directamente por el covid-19 e indirectamente porque la atención sanitaria se ha ralentizado, y eso afecta.
Ahora la culpa es de esos malditos ingleses que exigen cuarentena a quienes lleguen de España. Baleares y Canarias claman ante Europa para que abra pasillos seguros desde el Reino Unido, pero Europa sigue ensimismada en su pulso Norte-Sur. Y no tenemos noticias del Gobierno; bueno, sí, continúa sacando pecho por lo del dinero de Europa, pero ahora viene la parte en la que hay que saber cómo gastarlo, porque faltan rastreadores, refuerzo en atención primaria y porque no se entiende que se sigan permitiendo algarabías festeras sin mascarillas ni distancia.
Así, que, me he cansado de paños calientes, porque la sensación es que estamos en manos de adolescentes, que seguramente se van de vacaciones legislativas. Dice un adagio popular que “en tiempo de guerra no se oye misa”, y no todas las guerras tienen tantos muertos en cuatro meses. Es como si Churchill, cuando Eisenhower le dijo que el desembarco de Normandía sería el 6 de junio, le replicara: “¿Estás loco? ¿No ves que ahora toca vacaciones?” Es indignante que desaparezcan de los medios cuando se necesita información veraz. Ahora hablan de porcentajes que la mayoría no entiende, y el caso es que ya va siendo hora de que hagan los deberes como los hacen los sanitarios y la gente que va a trabajar. No es hora de fiestas, hay que salir adelante y ponerse a trabajar codo con codo, o dentro de unos meses podemos perder el tren de Europa y alejarnos décadas. Por cierto ¿ya están negociando las vacunas para cuando las haya o también va a pasar como con las mascarillas y los respiradores?