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TIEMPO LÍQUIDO.  Llenar las calles. (19/05/2020)

 

Ayer di por acabado mi Diario de cuarentena porque por su propia denominación ya no tenía sentido, sobre todo porque estamos en una desescalada que tratamos de que sea el principio del fin de todo esto. Escribir cada día, empujado por la presencia del vecindario asomado a la ventana e iluminado por la luz de una niña, Sofía, y un niño, Diego, se convirtió casi en un rito. Pero había que cambiar porque espero que este sea un tiempo nuevo, aunque es verdad que no tener la obligación autoimpuesta de escribir ese diario me deja un cierto vacío. Pero voy a llenarlo siguiendo aquí, contando mis impresiones a quien le interese y procurando poner ánimo y sentido común hasta donde mis fuerzas me valgan. Solo soy un ciudadano que a veces hace de escritor; es entonces cuando imagino otras realidades, pero ahora no quiero imaginar, pretendo aportar ese grano de arena para que esa realidad que deseamos sea posible.

Llamo a esta serie Tiempo líquido, porque nos movemos en la incertidumbre. Queremos un nuevo principio, y es este, porque si todos pensamos en los demás alcanzaremos nuestro propósito, que no es otro que vivir en paz, atando lazos de afecto y amistad. Nuestra sociedad ya existe, solo ha parado en seco, pero ya echa andar. Espero que sea con pasos cuidadosos. Hay que llenar las calles de personas y de cordura. A todos nos importa porque todos formamos parte de un mismo cuerpo social. Al menos, yo así me siento. Seguimos.

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