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¿Y si Dios fuese mujer?

Veo la noticia de que ha aparecido muerta en Ciudad de México la modelo colombiana Stephanie Magon, como hemos visto otras veces en portada los asesinatos de misses venezolanas o destacadas cantantes latinas norteamericanas. Por desgracia, Stephanie Magon es una gota en un océano de sangre que se me vuelve cada día más incomprensible. A diario conocemos sumarios fugaces en las esquinas de los periódicos y en los distintos rincones de Internet, o escuchamos la alusión a una estadística en los medios audiovisuales: en México 6,45 mujeres mueren asesinadas cada día; en Argentina una mujer es asesinada cada 30 horas; Guatemala tiene uno de los índices más altos de feminicidio del mundo; en el último año, la mitad de las mujeres asesinadas en Alemania han muerto a manos de sus parejas o ex parejas, y en Francia el número de mujeres asesinadas por «violencia conyugal» ha aumentado un 20% en el mismo período… Son fogonazos, estadísticas, números y hasta decimales de mujeres muertas que sirven para rellenar telediarios, informes y conferencias. Continuar leyendo «¿Y si Dios fuese mujer?»

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Profesionales explicaditos

DSCN4232we.JPGUna cosa es que el refranero diga con razón que el saber no ocupa lugar, y otra que haya gente con vocación de enseñarnos cosas que generalmente no nos sirven de nada porque lo que aprendemos se queda en un barniz. Me refiero a ese empeño que, cuando acudimos a ellos, tienen algunos profesionales de detallarnos minuciosamente el funcionamiento del trabajo que van a hacer para nosotros y que finalmente pagaremos. Se te estropea el coche, el televisor o una cerradura, y hay profesionales que te muestran con fervor en qué consiste el desperfecto y qué van a hacer para repararlo, o bien vas al dentista y este consume unos minutos que se te hacen larguísimos para mostrarte el proceso de lo que va a escarbar en tu pieza dentaria. Continuar leyendo «Profesionales explicaditos»

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Cecilia y esta «España nuestra»

Me han gustado y me gustan muchas cosas, pero nunca he sido mitómano. No entro en el prototipo de seguidor unívoco de algo o de alguien, no porque eso sea malo sino porque es mi manera de ser. Disfruto en las diversas vertientes de la vida de muchas cosas, pero no me obsesiono con nada, tal vez porque siempre guardo un punto de escepticismo. Ni siquiera soy fanático de la película Casablanca, aunque a veces suelo jugar a serlo. Cuando era un adolescente se estableció una rivalidad entre los seguidores de los Beatles y de los Rolling y, como era obligado posicionarse, yo me alisté entre los segundos, porque sonaban más duros, y ponía cara de asco cuando sonaba Yesterday aunque por dentro me estuviera deleitando.ceciliasss.JPG Fue una corta temporada, porque incluso antes de que los de Liverpool se separasen ya no ocultaba que ambas tendencias no eran excluyentes. Pero tengo que reconocer que ha habido dos excepciones: una es el escritor Gabriel García Márquez, cuya obra magnífica veo ahora con mesura y placer literario, pero que en mi juventud era casi como una religión. La otra excepción fue la cantante Cecilia, la única artista musical de la que fui un fanático irredento, y que aun ahora me sigue tocando la fibra, seguramente porque forma parte de mi memoria juvenil. Continuar leyendo «Cecilia y esta «España nuestra»»