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Procrastinar o ya si eso Rosita la Pastelera

Aunque es más vieja que la injusticia, la palabra del título se puso de moda hace unos años, sobre todo en discursos alrededor de los comportamientos. Sigue en vigor, tiene hasta su etimología latina y permanece en el diccionario de la RAE: «es la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes». Equivale a dejar para mañana lo que puedes hacer hoy, o bien proponerse realizar algo un día de estos; es decir, se trata claramente de un «ya si eso». En estos días de constitución del Parlamento, no he oído el verbo procrastinar o su parentela, pero tanto los medios de comunicación como los políticos y políticas han procrastinado hasta el cansancio. Y siguen. Continuar leyendo «Procrastinar o ya si eso Rosita la Pastelera»

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¡Feliz cumpleaños, Antonio!

Los cumpleaños tienen diversos matices. Quienes ven la botella medio llena los tienen como la medida de un tiempo vivido, y los de la botella medio vacía como un acercamiento al final. En algunos círculos sociales la edad suele ser tabú, y ya es casi una caricatura quitarse números en la cuenta, aunque los años siempre serán los que son. Hay también quienes establecen una lucha a brazo partido contra el tiempo, ignorando que es una batalla perdida de antemano, PICT0e0525.JPGpero quieren conservar el envoltorio; a veces los efectos son positivos y el aspecto mejora; otras veces el bisturí es devastador y convierte rostros expresivos en máscaras estáticas. En las últimas décadas se ha dado a la juventud un valor excesivo, pues ser joven ya es un valor en sí mismo, pero para muchos empeños la juventud carece de la sabiduría que da la experiencia. Continuar leyendo «¡Feliz cumpleaños, Antonio!»

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Medicina versus literatura

Echo una mirada a los escritores que han sido médicos, y la nómina no sólo es larga, sino importante. Hay grandes escritores que no provienen de la lingüística o el derecho, sino de la medicina. Y no me refiero sólo a eminentes galenos que escribieron sobre lo suyo o desarrollaron ensayos aplicando sus conocimientos científicos (Marañón, Ramón y Cajal, Severo Ochoa, Freud…) hablo de novelistas, poetas o dramaturgos del tamaño de Rabelais, Mateo Alemán o Schiller, y en Canarias Julio Barry, Carlos Pinto Grote, Carlos Lázaro o Félix Casanova de Ayala. ¿Estos grandes autores, que escribían a mano y con pluma de ganso, garabateaban sus textos literarios con la ilegible caligrafía que usaban en sus recetas médicas? Continuar leyendo «Medicina versus literatura»