Si miramos hacia atrás, veremos cómo hace cien años las sufragistas eran motivo de burla, cómo en España el voto femenino no llegó hasta los años treinta, cómo hasta los sesenta no tuvo lugar un avance real en la liberación sexual de la mujer, y en las dos útlimas décadas del siglo fue un hecho la incoporación de la mujer a territorios que antes le estaban vedados. Como dato curioso hay que recordar que, en un país tan supuestamente avanzado como Suiza, el voto femenino no se consiguió hasta los años cincuenta. Pero, claro, hay que seguir recordando lo que ocurre en el Tercer Mundo, donde una mujer es considerada como un objeto de trueque, y en los países desarrollados, donde el hombre, que se ha quedado claramente atrás, reacciona con violencia criminal ante la evidencia de que todas las personas tenemos los mismos derechos y obligaciones. Si es que sigue habiendo discriminación negativa de la mujer hasta con los colectivos homosexuales, donde la visibilidad de las parejas femeninas sigue estando muy por detrás que las masculinas. Falta mucho todavía, y ya que el siglo XX ha sido el de la mujer, ojalá, para bien de todos, en el XXI sea el del hombre, pero no en el sentido medieval que algunos quieres, sino para que espabile y se ponga al día, que los neandertales desaparecieron hace treinta mil años. Aunque los poderes reales y fácticos (y no quiero señalar), han vuelto a sacar las viejas consignas y ya solo falta que en la teletienda vendan cinturones de castidad.
El contenido de los comentarios a los blogs también es responsabilidad de la persona que los envía. Por todo ello, no podemos garantizar de ninguna manera la exactitud o verosimilitud de los mensajes enviados.
En los comentarios a los blogs no se permite el envío de mensajes de contenido sexista, racista, o que impliquen cualquier otro tipo de discriminación. Tampoco se permitirán mensajes difamatorios, ofensivos, ya sea en palabra o forma, que afecten a la vida privada de otras personas, que supongan amenazas, o cuyos contenidos impliquen la violación de cualquier ley española. Esto incluye los mensajes con contenidos protegidos por derechos de autor, a no ser que la persona que envía el mensaje sea la propietaria de dichos derechos.