Siempre es triste que desaparezcan grandes actores y actrices que forman parte de nuestra memoria individual y colectiva y que por ello son parte de nosotros. Dura y prematura fue la partida de Philip Seymour Hoffman, previsible por edad la de Peter O’Toole y sorpresiva por muchas razones la del gran Robin Williams. Con sus imágenes se va un poco de nuestra historia, pero ya sabemos que la muerte no hace distinciones y al final los actores y las actrices estás sujetos a los mismo ciclos que el resto de los seres humanos. Ahora bien; hay iconos que debieran ser intocables, y que la Parca se haya llevado a Lauren Bacall es inadmisible. Porque La Flaca era el cine mismo, el sello de una época, una diosa. Lo siento, pero eso no tiene perdón posible.
(En 1995 publiqué en Canarias7 una serie de relatos alrededor del cine que se llamaron genéricamente PROYECCIONES. Como homenaje a Lauren Bacall y a todo un tiempo dorado del cine, enlazo el relato dedicado a Lauren Bacall que entonces publiqué). Tienes fuego.pdf
2 opiniones en “Tener ya es no tener”
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Uno se pregunta qué es lo que le está pasando últimamente a la gente del cine. Hace poco cayó Philip Seymour Hoffman, ayer nos despertamos con la noticia de la muerte de Robin Williams y hoy con la de Bacall.
Por mucho que nos duela, como comenta Emilio González Déniz, la muerte de Bacall era mucho más lógica y previsible que las otras dos: parece que Robin Wiliams se suicidó con su propio cinturón y lo de Seymour Hoffman parece que fue más un accidente por consumo de drogas que una acción deliberada.
En cualquier caso, uno no puede evitar una cierta sensación de luto, de inesperada orfandad antas tantas y tan importantes muertes.
Hace poco escribí un artículo en el que hablaba se esa costumbre de fumar tan arriagada antes en los actores y actrices de Hollywood. Hablaba de muchos de ellos y, del grupo de las mujeres, elegí a la Bacall como mi favorita, con su mirada de gata felina, sus sensualidad desbordante y su coquetería a flor de piel.
No me extraña que el tipo más duro de Hollywood cayese rendido a sus pies. ¿Quién podría resistirse a los encantos de la Flaca?
Un momento, caballeros, no mezclemos o unifiquemos los datos.
Lauren Bacall no ha muerto; su figura, su nombre, sus intervenciones filmográficas, toda Lauren Bacall, continúa existiendo, al menos, en mi memoria. En realidad, solo ha fallecido un ser humano,que se dirigía en la vida, normal, y para el mundo ideal como y con el título de Lauren Bacall.
Repito, en mi memoria, sigo admirando a Lauren Bacall y, recuerdo que «Como casarse con un millonario» me sorprendió con una actuación comediante diferente a su habitual actuación.
Y no es verdad que conocemos a muchas personas que figuran inscritas en el Registro Civil de Defunciones, pero las seguimos tratando como vecinos? Napoleón, Sócrates… ¡Jesucristo!