Cuando nos venden humo
Es sábado por la noche y estoy hasta arriba de que tengamos que gozar o sufrir con multimillonarios llamados Fernando Alonso o Rafa Nadal. Que si no sé qué del Gran Premio de Canadá, que si se va a anotar su octavo Roland Garros… o no. Los deportes individuales son de cada protagonista, pero solo se representan a sí mismos. Que ganen o pierdan Contador, Nadal o Alonso es personal, y esa identificación de tribu ya me cansa. Es lo mismo que cuando Javier Bardem gana un Oscar, que parece que nos lo han dado a todos. Y acaso es envidia de escritor, porque no veo que haya tanto apoyo para que a un español le den este o aquel premio en el extranjero; es más, pasan veinte pueblos los mismos a los que les parece importantísimo que un niñato subido a una moto se suba al podio de no sé donde, y eso es algo que no puedo entender. En los deportes colectivos parece diferente, pero finalmente es lo mismo. España campeona de esto y de lo otro, Gasol miembro del equipo que ganó la NBA… asunto de unos cuantos que se forran con esas victorias.
Ahora nuestra gente está ilusionada con la UD Las Palmas, aunque su juego no hace que tengamos demasiadas esperanzas. En cualquier caso, también será cosa de unos cuantos, y eso de que me hagan tragar que la UD Las Palmas es un sentimiento me resulta difícil de digerir. Ojalá ascienda; si finalmente ocurre, me alegraré mucho por todos, pero me iré de la ciudad el día que hagan el paseo en guagua descubierta. Me parece un exceso siempre, lo haga el Barça, la Selección española o la UD Las Palmas. Pero, en fin, supongo que a muchos les parecerá que lo que digo es producto del hastío despues de tanta demagogia en la que nos venden humo, y tratan de hacernos creer que los éxitos de algunos son de todos, pero los que cobraron primas multimillonarias fueron los jugadores de la selección, no los parados que tal vez tuvieron que ver el partido en un escaparate porque en su casa les habían cortado la luz. Así que de colectivo y representativo, nada de nada. Y que conste que me gusta el fútbol, pero eso también es personal. Digo.