¿Transparencia para quién?

zzhumphrf-karsh6[1].jpgHoy hablaré solo de un hecho que es en sí mismo un declaración de principios de esto que quieren vendernos por democracia (*): en el borrador de la ley de Transparencia económica enviado por el Gobierno al Parlamento, quedan fuera de esa ley la Casa Real, los partidos políticos, los sindicatos y el Banco de España. Si algunos de los focos de corruppción más evidente quedan fuera, ¿para qué la ley? Se cumple otra vez la sentencia de El Gatopardo de Lampedusa «cambiar algo para que todo siga igual». Es como si se hiciera una ley de Tráfico que no se ocupase de los turismos particulares, las vehículos de pasajeros y los camiones. Solo se aplicaría a las motos y a los peatones. Eso es cinismo, y no el humo del cigarro de Bogart en El sueño eterno. Está claro, España es diferente.

NOTA IMPORTANTE:

Para que no se me malinterprete, la alternativa a la democracia es la dictadura, que es corrupta en su propio origen. Por lo tanto, mis críticas a esta democracia son precisamente porque entiendo que es con transparencia como se contruye una verdadera convivencia democrática, y quienes tienen la obligación de velar por ella están dilapidándola.
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(Aunque no tiene que ver con lo que hablo -o sí-, propongo el enlace con este post del blog de Miky Ayala en Canarias7).

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