La resaca útil

Como era de esperar, estamos en el día de las valoraciones y de la guerra de cifras sobre el seguimiento de la huelga. En realidad, lo importante es que haya habido una huelga general, sacralizada por unos y criminalizada por otros, y yo creo que ni una cosa ni la otra. Y la resaca útil debería ser para reflexionar, no para seguir jugando al frontenis infantil de las descalificaciones. La campaña que se ha hecho contra los sindicatos, especialmente contra las dos centrales mayoritarias, es como la sopa de Mafalda, porque todos tenemos esqueletos en el armario, y es evidente que tiene que haber una fuerte renovación del concepto sindical. Pero lo mismo podríamos decir de los partidos políticos, de las instituciones públicas y hasta de la Constitución, que empieza a tener holgura en los cojinetes. Vivimos en un sistema democrático imperfecto (pero democrático) y es evidente que muchas de sus piezas experimentan lo que los ingenieros llaman fatiga de material.
zzzzFoto0300.JPGPues hay que cambiarlas. Dicen algunos que ahora no es el momento, que estamos en una crisis de caballo; pues yo creo que precisamente por eso hay que hacerlo, porque en tiempos de bonanza nadie cambia un tornillo de la maquinaria. Si en España hubiera alguien con autoridad para ello (que lo hay) y sentido del estado (eso ya…), tendría que convocar una gran conferencia en la que estarían representados los distintos aparatos que en su conjunto conforman el motor de la sociedad: Gobiernos y Parlamentos (central y autonómicos), sistema judicial, partidos, sindicatos, empresarios, universidades, sistema financiero, sectores culturales y religiosos, sociedad civil… Y propondría una especie de catarsis colectiva, que les instara a dejarse de la machangada histórica de siempre en este país, que es la dicotomía enfermiza que dura ya siglos: Joselito-Belmonte, Real Madrid-Barça, PP-PSOE (y la de PP y PSOE frente a los nacionalismos periféricos). Si uno tira del cabo para extender la vela y el otro trata de arriarla, nunca se aprovechará el viento, y eso es lo que viene ocurriendo en España desde 1812, con la breve salvedad de la Transición, que duró un suspiro pero en la que ese mirlo blanco que invoco fue capaz de hacer lo que propongo (Suárez y los Pactos de La Moncloa). La estructura de los partidos, la función de los sindicatos, el entramado empresarial, la red universitaria, hasta la liga de fútbol, todo se ha quedado obsoleto. No hay más cera que la que arde, pero es necesario renovarla pensando en España como país. El comadreo político y el «y tú más» conducen al bloqueo de las ideas. Y una vez reunida esa conferencia, habría que encargar a un grupo (reducido) de personas especializadas el diseño de un proyecto colectivo, que se vincularía al futuro siempre a través de las urnas. Eso sería lo razonable y no dedicarse a quemar un gobierno detrás de otro. Dicen que perdemos credibilidad, y lo peor es que estamos empezando a no creer en nosotros mismos. Y eso sí que es grave.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *



El contenido de los comentarios a los blogs también es responsabilidad de la persona que los envía. Por todo ello, no podemos garantizar de ninguna manera la exactitud o verosimilitud de los mensajes enviados.

En los comentarios a los blogs no se permite el envío de mensajes de contenido sexista, racista, o que impliquen cualquier otro tipo de discriminación. Tampoco se permitirán mensajes difamatorios, ofensivos, ya sea en palabra o forma, que afecten a la vida privada de otras personas, que supongan amenazas, o cuyos contenidos impliquen la violación de cualquier ley española. Esto incluye los mensajes con contenidos protegidos por derechos de autor, a no ser que la persona que envía el mensaje sea la propietaria de dichos derechos.