Publicado el

Ponga un canario en su biblioteca


z2canarios-amarillos-istock[1].jpgSoy parte interesada, lo sé, pero en estas fechas, cuando uno de los regalos más frecuentes es un libro, entiendo que la gente se vaya a las pilas de Ruiz Zafón, Vázquez Figueroa, Pérez-Reverte o los premios Planeta, los grandes bet-sellers y, por supuesto, los clásicos. Es una manera de asegurarse de que se va sobre lo seguro, y con los clásicos es verdad, no tanto con los libros vendidos por kilos, pues el éxito no asegura la calidad. Creo que siempre habrá un hueco para los libros de autores canarios, que los hay muy interesantes y en todas las vertientes de la literatura. Alexis Ravelo hace lo mismo en su blog (le copio la foto), y yo me sumo a su proclama, porque para tener una mente abierta hay que conocer lo que fuera y lo de aquí. La literatura es la que va levantando acta de la idiosincrasia de los pueblos, y por eso no podemos obviar lo que se escribe en Canarias, donde, por supuesto, hay bueno, malo y mediopensionista, como ocurre con todo. He tenido en mis manos libros de gran éxito de critica, premiados en el extranjero y leídos a mansalva, y luego sucede que en realidad son flojitos pero con un gran soporte publicitario. Hay otros que sí, que responden a las expectativas. Y esa es otra, cuando se regala un libro hay que pensar en quien va a leerlo, porque puede ser muy bueno pero si el lector no es aficionado a ese género o si trata un tema que viene mal traído por su historia personal, hemos patinado. En realidad, no es tan sencillo elegir qué libro regalar. Los autores lo tenemos más fácil, porque obsequiamos un ejemplar de nuestra última criatura y ya está. Aunque, la verdad, no suelo regalar libros míos. El caso es que es importante no olvidarse de los libros de autores canarios, que en las grandes superficies están casi siempre junto a los de cocina y bricolage, pero aun así los hay muy buenos.

Publicado el

La lotería

zbombo_sorteo_loteria[1].jpgLos supersticiosos se aferran a cualquier clavo ardiendo para pronosticar la lotería. Luego sale lo que sale. Es irracional. La gente quiere comprar décimos de una determinada administración de Madrid porque da muchos premios, o de esa otra de Lleida que se ha hecho de oro. Y es un simple cálculo matemático, si vendes mucho las probabilidades de que caiga un premio en esa administración son mayores que si vendes menos. Pero luego hay que acertar el número. Es curioso que casi siempre una parte del gran premio caiga en Madrid o alrededores, y eso se explica porque parece ser que en esta provincia se reparten series de casi todos los números, y, claro, en alguno toca, aunque sea una serie. Hay quien se apunta al 5 porque es la terminación que más ha salido y cree en las tendencias; otros por el contrario compran el 2 porque es la que menos ha sido premiada con el Gordo y piensan que las extracciones tienden a igualar todos lo números (otra tendencia). Teorías y teorías. He oído de todo: aparte de las razones para jugar el 2 o el 5, las hay para todos los números: el 1 porque es 2011, el 4 porque es la suma de 2011, y así se ajustan a número de hijos, a la fecha de nacimiento, al día que se enamoró (mezclar amor y juego, doble peligro). Eso sí, casi nadie quiere el 6, y recuerdo que, hace un par de años, uno de los premios grandes (no el Gordo) acabó en 6, y la televisión entrevistó a una mujer que saltaba de alegría delante de la adminsitración de loterías con el décimo en la mano, mientra decía: «Me ha tocado en el 6, el número del diablo, me voy corriendo a dar las gracias a Jesús de Madinaceli». El dinero hace a la gente cambiar de bando. Al final es puro azar y yo les deseo que les sea propicio.

Publicado el

El PSOE, el sistema y la madre que…

Acabarse la investidura del nuevo Presidente y empezar a moverse fichas en el PSOE ha sido todo uno. Está claro que es una puesta en escena, que esperaron el tránsito después de las elecciones y ya están viendo la yugular del adversario ante el congreso de febrero. Los nombres son lo que menos importa en un proyecto político, pero está claro que los liderazgos acaban imponiéndose incluso a las ideologías. Pasó con Felipe González y ha vuelto a pasar con Zapatero, lo que significa que el PSOE es ahora mismo socialdemócrata nominal, porque en la práctica (en el poder) ha hecho neoliberalismo por muchos paños calientes que quieran ponerle.
zultralibDSCN4004.JPGSe dice a menudo (yo mismo lo he dicho) que España necesita una oposición fuerte. Pues ahora me contradigo: lo que España necesita es un partido socialdemócrata de verdad para que haga oposición desde esa perspectiva, y que la aplique cuando llegue al poder. Si esa franja va a ocuparla el PSOE o no es problema del PSOE, porque a los españoles las luchas intestinas de los partidos nos importan un bledo, lo que nos interesa es el debate político, el proyecto, el camino que dicen trazar. No entiendo la saña con que en los últimos tiempos se empleaba el PP contra Zapatero, si en realidad estaba haciendo política neoliberal, justo lo que nunca debió hacer un socialdemócrata. ¿Que no se podía hacer otra cosa? Sí se podía, se puede, pero han dejado que manden quienes nunca pasan por las urnas.
Si el PSOE se derrumba y se convierte en un partido testimonial como algunos anuncian apocalípticamente (no creo que pase) es secundario, ya vendrán otros a ocupar ese espacio, y si no, tendremos liberalismo a ultranza hasta el día del Juicio Final por la tarde, que enriquecerá aun más a unos pocos y empobrecerá a la mayoría; es decir, el negativo de lo que es la socialdemocracia. Es responsabilidad moral y patriótica de los socialistas que eso no suceda. Y cuando se habla de que esto o lo otro es malo para el sistema me entra la risa floja. ¿Qué sistema? Si eso que llaman «el sistema» es lo que nos ha llevado al filo del abismo como sociedad, por mí que reviente… Claro, que habría que tener algo que lo sustituya, y algo serio y basado en las ideas. Las ideologías no han muerto, eso es lo que quieren que creamos, y ahora el PSOE nos dará su medida real.