Iberoamérica

zzzzcatarata2[1].jpgEn vísperas del V Centenario del Descubrimiento de América, el Gobierno español -entonces presidido por Felipe González- trató de relanzar la vieja entelequia de Iberoamérica. La verdad es, veinte años después, hay que decir que ha funcionado como se esperaba, es decir, mal, o incluso podríamos afirmar que no ha funcionado. Las cosas no pueden ser forzadas, y a la retórica de la Hispanidad desde la idea imperial se pasó a una nueva retórica que albergaba la esperanza de que España sirviera de puente con la UE. Pero Bruselas se las tiene directamente con Iberoamérica, y en realidad ahora mismo el único país que le interesa es Brasil, porque puede comprar deuda y porque es un estado emergente que es mejor tener de su lado. ¿Por qué si no hay con dos años de diferencia unos Mundiales y unos Juegos Olímpicos en Brasisl? Ni siquiera la muy mediática Cuba importa a los europeos, y es que esta Iberoamérica nieta de Colón no le interesa ya ni a los iberoamericanos. ¿Para qué van a mirar hacia España y Portugal? ¿Para que les ayuden? La prueba está en que este año han faltado la mitad de los dirigentes de los países que hablan español y portugués. Fue bonito mientras duró, aunque en el fondo han sido amores a la fuerza, donde España trataba de recuperar una sombra del pasado, quien sabe si soñando con una commonwealth ibérica. Pero a estas alturas, ni si quiera la verdadera Commonwealth es lo que era, así que España lo más sensato que puede hacer es trabajar las relaciones país por país, y reforzar su embajada en Brasilia.

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