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ISLAMUNDI de Tato Gonçalves

zxEscanear0001.jpgHay que ver la exposición del fotógrafo Tato Gonçalves en la Galería San Antonio Abad de Las Palmas de Gran Canaria. Como explica el poeta y crítico Javier Cabrera en el umbral del catálogo, las historias que contienen cada uno de los retratos que allí se cuelgan conforman la gran historia de nuestras islas, nuestra propia memoria de siglos, de un Gonçalves que vino de Portugal, de un Déniz que vino de Francia (otros dicen que también de Portugal y se llamaba Dionís). Todos esos nombres extranjeros que se van aclimatando acabarán siendo canarios, como ya pasó con los Bonny, Massieu, Murphy, O’Donell, Acosta, Bethencourt, Alí, O’Shanahan, Kraus, Bosch, Sall, Van De Walle, Bellini, Gourié, Siemens, Delisau, Déniz y Gonçalves… Y también con todos los Rodríguez, Pérez, Ramírez, García y González que vinieron de Castilla, o los fugitivos de las expulsiones varias que se trajeron en el apellido el nombre de su ciudad de procedencia: Zamora, Valencia, Toledo, Vizcaya, Cáceres, Palencia… O su descripción física: Moreno, Castaño, Rubio, Delgado… Todos hemos llegado de fuera, hace una, tres o quince generaciones, esa es la historia que me cuentan las fotos de Tato Gonçalves.
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(Como tiene relación, y fue parte de otro proyecto mestizo en el también participó Tato Gonçalves -La otra ciudad- enlazo el relato con el que contribuí) El postre canario de María Lozano.doc

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Signos preocupantes

zzzcontador.JPGCómo recordamos aquellos días en los que todo iba bien, aunque no éramos conscientes de que estábamos en la cima del mundo. Ya Nadal no es el rey de la pista, le ha salido un tal Djockovic que es una pesadilla, Fernando Alonso ni se acuerda de cuando ganaba los grandes premios a pares, y Almodóvar ya no despierta fuera la sensación de hace unos años. Julio Iglesias no es el que era y Contador ya perdió el abono del Tour de Francia (El Giro no es lo mismo). Nos queda el motociclismo y el baloncesto a medias, porque Gasol este año no ganó el anillo americano. El fútbol se desinfla, pues ya no estamos seguros de que que la selección española sea tan invencible como antes. Torres no funciona, y el Barça, que es la clave del equipo, juega bonito pero se ha abonado al empate. Encima se ha roto Iniesta, el héroe de Johanesburgo, y Casillas tiene un clima raro con su entrenador, lo que tampoco es una buena noticia. ¿Qué va a ser de nosotros si Nadal no recupera el número 1, si España no gana la Eurocopa, si no tenemos al menos un equipo en la final de la Champion, si Contador no vuelve a ganar? Nos apuntaremos al motociclismo, pero ir sobre dos ruedas no es lo mismo. ¿Pasaron aquellos días de vino y rosas o hay espacio para volver a la cumbre? España está mal, solo nos faltaría que ahora hubiera una crisis económica, pero me han dicho que eso es lo de menos para el espíritu de tribu si resucitan los semidioses.

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La culebra californiana

La UE, tan comprensiva siempre, ha dado un millón de euros para un proyecto destinado a acabar con la culebra californiana que está adueñándose de nuestro barrancos. Algún listillo la introdujo y la soltó, y como se reproduce con facilidad hay culebras para dar y tomar. Esto es un peligro tremendo porque, aunque la culebrita no sea venenosa y constrictora como la pitón, se alimenta de animales autóctonos, que son los encargados de mantener a raya a otros bichos. ZZZZGATO.JPGLa tal serpiente ha roto el ecosistema, como un día lo hizo el DDT contra la plaga de langostas, y eliminó aves rapaces propias como el milano y la aguililla y puso en peligro grave a otras como el guirre. Me cuentan que, en tiempos de la conquista, una de las plagas de animales foráneos introducidos fueron los gatos, esos lindos felinos que según parece eliminaron a otros animales autóctonos. Siempre he sido reticente a que a estas islas sean traídos animales exóticos, porque tenemos la fortuna de que en nuestros campos y montes no hay bichos venenosos ni fieras terribles, todo lo más algún alacrán de la madera o cualquier otro insecto cuyas picaduras son molestas y latosas pero no mortales. Cuando sé que tienen en exposición (nunca he ido a ver los) serpientes venenosas, caimanes tremendos o arañas terribles, pienso que no debería permitirse ni eso, porque cualquier accidente puede ocasionar su fuga, y como ha pasado con la culebra califroniana podemos ser invadidos por bichos terribles. Tanto trabajo no cuesta, y si se hace con propósito didáctico me inclino por los medios audiovisuales. Tampoco es cosa de quitarle el trabajo al National Gegraphic.