Un pleito ruinoso
Ya se plantó el periódico tinerfeño Diario de Avisos, frente la línea editorial emprendida desde hace unos años por el también tinerfeño periódico El Día. Hace años que muchos hemos denunciado que el pleito insular, supuestamente centenario, entre Gran Canaria y Tenerife, ha sido el caballo de batalla de intereses políticos. Utilizando la práctica goebbeliana de que una mentira mil veces repetida se convierte en verdad, se ha tratado de enfrentar muchas veces a ambas islas en busca de un puñado de votos. Un archipiélago como el nuestro, tan dependiente de matices que puedan afectar a nuestra imagen, no puede permitirse el enfrentamiento interno. Una cosa es la rivalidad deportiva de dos equipos de fútbol, que entra en lo anecdótico, y otra esa machaconería diferenciadora que tanto daño nos ha hecho.
A menudo no somos conscientes de la precariedad y sensibilidad que sufre Canarias por su especial condición territorial y geográfica. Es un territorio partido en trocitos (lo que no ayuda), que tiene 7.500 kilómetros cuadrados y 2.200.000 habitantes; para hacernos una idea comparativa, Uruguay tiene tres millones y medio de habitantes en un territorio (con todos sus recursos) que se extiende 23 veces nuestro tamaño. Es decir, Canarias es en habitantes 2/3 de Uruguay, y si encima nos peleamos, mal nos irá. Llevamos mucho tiempo sufriendo problemas como el equilibrio presupuestario y demás paños calientes que nos frenan. Echar gasolina al incendio no es una buena idea, y por eso los medios de comunicación debieran ser muy prudentes en el modo de presentar las informaciones y en los comentarios. Canarias merece y necesita que todos empujemos en la misma dirección. Diario de Avisos se ha desmarcado de un línea que no comparte, porque sabe que el que calla otorga.