…Y ahora un volcán
Que se estén dando en la isla de El Hierro condiciones que pueden ser anuncios de una erupción volcánica puede ser una fiesta para muchos, y desde Madrid un volcán en El Hierro es una curiosidad turística, pero un volcán es una cosa muy seria. Se alude a la erupción del Teneguía en La Palma en 1971 (en la foto), y a toro pasado parece que no fue para tanto, aunque habría que preguntar a los vecinos que entonces perdieron sus cosechas, y nadie se plantea qué habría pasado si el volcán hubiese abierto sus bocas un poco más arriba, en plena población de Fuencaliente. Las cenizas de los volcanes del tipo que se dan en Canarias también pueden ser hoy un problema, dependiendo del viento. Es verdad que el alisio sopla desde el nordeste y en teoría se llevaría las cenizas hacia el suroeste, es decir, hacia el ancho Atlántico, pero a veces cambia el viento, y eso podría ser suficiente para entorpecer la navegación aérea alrededor de toda Canarias.
Qué quieren que les diga, por muy espectacular que sea una erupción, y que muchos desean para contársela a su nietos, estamos hablando de las fuerzas de la naturaleza desatadas, con los peligros que ello supone. En tiempos históricos hubo erupciones en Canarias que hicieron mucho daño, y como ejemplo hay que recordar la de Timanfaya en el siglo XVII, que arrasó media isla de Lanzarote. El Hierro es una isla pequeña, formada precisamente por el lado sur de la caldera de un gran volcán que se hundió en el mar por el norte, dejando como seña de identidad el semicírculo del Valle del Golfo. Por si las moscas, es mejor que el magma siga donde está y se quede quieto unos cuantos siglos más. Ahora no nos conviene ese circo peligroso. Pero, claro, la naturaleza manda.