¿Integración o tolerancia?
El debate sobre la integración de personas de otras culturas y religiones en la sociedad occidental está servido desde hace más de un siglos, cuando en Nueva York o San Francisco se crearon los barrios chinos, italianos o judíos. Siglos antes ya hubo en España juderías que concentraban a la gente de esa cultura. Hoy, en sociedades avanzadas como Gran Bretaña, conviven muchas formas de vida, que casi siempre tienen una religión detrás. Es curioso como, cuando se trata de reivindicar derechos, las culturas recién llegadas se postulan como ciudadanos comunes, y lo son, pero luego quieren un status especial en sus vidas. Yo creo que la integración es muy difícil, por lo que hay que hablar de tolerancia, y esto en ambos sentidos, porque también las culturas que llegan como sedimentos tienen que respetar nuestra forma de vida. Y, sobre todo, la ley debe ser una para todos. Por eso me parece tan tremendo lo aprobado en el Parlamento Europeo para el mundo laboral de los inmigrantes.
Lo fácil aquí es decir aquello de que la ficción va a veces por delante de la realidad y están ocurriendo con las aves fenómenos inexplicables como en la famosa pelicula de Alfred Hitchcock Los pájaros. La verdad es que el fenómeno es raro, porque los pájaros no tienen señales externas de golpes o quemaduras, que pudieran explicar su muerte a causa de los rayos o el granizo. Los medios le han dado un trato basado en la curiosidad, pero no han ido más lejos. Y es que los veterinarios siguen investigando, aunque tal vez no sea cosa de veterinarios solamente, sino que deberían entrar físicos, meteorólogos y otros científicos. Seguramente no nos hemos parado a pensar en la importancia del asunto, pero creo que estamos ante unos hechos que merecen una investigación seria, para poder atribuir esas muertes a causas reales, que estoy seguro que es así, pero hay que conocerlas, porque pudieran ser graves y dañinas para otros seres vivos, incluso los humanos.