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Preguntas y preguntas


Hoy me he levantado preguntón, y paso a preguntar:
*De verdad, de verdad, de verdad, ¿cuál es el motivo último de la visita del Papa España?
*¿Porqué Zapatero tenía que ir precisamente ayer a Afganistán?
*¿Por qué no se fue a Nueva Zelanda, que está mucho más lejos de Santiago de Compostela?
*¿Por qué el Papa, a la hora de hablar del «laicismo agresivo» de la sociedad española, comparó la actualidad con los años treinta del siglo pasado?
*¿Tiene eso relación con la nueva costumbre de reescribir la historia?
*¿Por qué un Jefe de Estado se arrodilla ante otro Jefe de Estado?
*¿Tiene algo que ver con eso que en la Constución de 1978 la única religión que aparece expresada es la católica?
apapalll.JPG*¿Por qué consagran la Sagrada Familia ahora y no hace años, cuando vino Juan Pablo II, que era, además la primera vez que un pontífice pisaba Barcelona?
*¿Hay relación con las próximas elecciones catalanas?
*¿Tiene que ver este viaje del Papa a Santiago con la pretensión del Vaticano de que se mencione el cristianismo en una futura constitución europea?
* Y hablando de la tumba de Santiago Apóstol ¿les suena un tal Prisciliano?

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Las cosas de la Real Academia

La Real Academia Española y las otras 22 academias hispanoamericanas han acordado una reforma de la ortografía. Siempre ha habido detalles que suelen provenir de palabras extranjeras, y se pone orden como cambiar la «q» por la «k» al final de Irak, siguiendo la tendencia clásica de la Academia de españolizar los extranjerismos (cuando yo estudiaba se decía barbarismos). Creo que, como el doblaje en las películas, somos los que menos respetamos los nombres extranjeros, y así, en cualquier lengua, menos en español, Londres es London, Milán es Milano y Marsella es Marseille, como sus nombres originales en inglés, italiano o francés. Pero aquí no, aquí hay que españolizarlo todo, mientras vemos que en cualquier otra lengua nuestras ciudades se siguen escribiendo igual que aquí y cuando hablan tratan de nombrarlas como nosotros.
zescritura[1].jpgLo que sí me parece un gran acierto es que quiten la tilde a la palabra «guión», porque contraviene las reglas de acentuación, que en mis muchos años de enseñanza ha sido un martirio porque hubo alumnos que, siguiendo las estrictas reglas de la gramática, no la acentuaban, y yo me veía en la tesitura de si contársela como falta. No sé qué habrá dicho la Academia sobre la palabra «jesuita», que al pronunciarse como polisílaba se sobreentiende que hay una tilde en la «i» para romper el dipongo. Pero no, nunca ha llevado tilde, y eso no lo entiendo y por lo tanto tampoco he podido razonárselo a mis alumnos.
Está bien que poco a poco se vaya acoplando la excepción con la regla, porque hay excepciones que seguramente tienen procedencia popular y así se ha aceptado, pero que son un calvario para el docente que quiere enseñar a escribir correctamente, porque los niños se rigen por una lógica inamovible, y si les das una regla resulta luego muy complicado decir que esta o aquella palabra se la salta. Y es que la ortografía funciona en la mente de forma automática, por repetición de la memoria, y así seguimos viendo cómo personas que estudiaron antes de la reforma ortográfica de 1971 siguen poniendo tilde a monosílabos que ya no la llevan (dio, vi) pero que sí la levaban cuando ellos estudiaron. Esto quiere decir que durante los próximos cuarenta años seguiremos viendo muchas veces la palabra guión con tilde (hasta a mí se me ha escapado ahora).

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¿Se nos echa encima el Tea Party?

Un trabajador jubilado baqueteado en las luchas sindicales me comentaba hace unos días que nunca podría entender por qué un obrero vota a la derecha, y mucho menos a la ultraderecha. Pero es así, porque la inmensa mayoría de los votantes son personas trabajadoras, ya que el dinero y el poder es de unos pocos. Si a la derecha le votaran sólo los ricos y poderosos sería una fuerza testimonial en cualquier parlamento.
zzzDSCN2984.JPGY esto ha vuelto a suceder en Estados Unidos. Muchos pobres, inmigrantes, mujeres, hispanos y negros han tenido que votar al Tea Party para que hayan cosechado tal éxito electoral, porque ellos por sí solos son cuatro gatos. Los cuatro que con el voto del trabajador quieren desmantelar el Estado de Bienestar en esta Europa nuestra. Incomprensible que alguien le dé al otro la soga con que lo han de ahorcar. Pero sucede una y otra vez, en Gran Bretaña con Cameron, en Francia con Sarkozy, y ahora en plan aún más reaccionario en Estados Unidos. Ya sucedió -y este es un caso muy extremo- en las históricas elecciones alemanas de 1933 que llevaron a Hitler al poder. Y me pregunto quiénes serán los que darán la cara del Tea Party español, porque les aseguro que va a aparecer antes de las elecciones generales de 2012. ¿Mario Conde?¿Esperanza Aguirre? ¿Un testaferro de los medios de comunicación afines? ¿El mismísimo Aznar montado en un caballo blanco?