¿Cuántas Vírgenes hay?
Como hoy es Día del Rosario en el santoral romano, lo primero -porque soy muy educado- es felicitar a todas las Rosarios. Pero esto me lleva a un lío que siempre he tenido. Cuando era pequeño me enseñaron que María era hija de Santa Ana y San Joaquín, que se casó con José y que tuvo a Jesús por gracia divina sin haber conocido varón. De ahí que la llamen Virgen. Y, que yo sepa, no hay más vírgenes madres de Cristo que esa.
Por eso siempre me ha maravillado la inventiva en el culto, pues hay vírgenes, como la del Rosario, con fecha señalada en el calendario (El Carmen el 16 de julio, El Pilar el 12 de octubre, Las Nieves el 5 de agosto, La Candelaria el 2 de febrero, la Merced el 24 de septiembre, La Inmaculada el 8 de diciembre…) y hay otras que se acogen a una fechas marianas como el 8 de septiembre o el 15 de agosto.
Maneras de dar culto a la Virgen hay cientos, unas por el lugar en que la tradición dice que se aparecieron (El Pino, Covadonga, Lourdes, Fátima, Montserrat, El Pilar, La Peña, Los Volcanes…), otras que se refieren a estados de ánimo o a momentos del ser humano (Soledad, Dolores, Esperanza, Remedios, Socorro, Caridad, Angustias…), otras con referencias a sus características (Inmaculada), y otras, en fin de muy varias denominaciones, desde la herrena Vírgen de los Reyes, la chipionera de Regla o la siciliana Santa María Annunziatta a las peculiares vírgenes de hispanoamérica: Guadalupe en México, Comoroto en Venezuela, El Cobre en Cuba, Luján en Argentina y las muchas vírgenes ecuatorianas (Oyacachi, El Cisne…) Y otra cosa: es curioso cómo unas vírgenes llevan un niño en brazos y otras no. Sucede también con los Cristos, aunque en menor medida (Jesús de Medinaceli, Cristo de Los Gitanos, Cristo del Gran Poder, Cristo de La Yedra).
Es tremendo todo el ritual que ha ido creciendo con los siglos y con imágenes concretas, pues hasta se establecen porfías sobre qué virgen es mejor, y cuando se habla de una de ellas se refieren a una talla concreta (en Gran Canaria, la Virgen del Pino con mayúsculas es la de Teror, y parece que no cuenta la imagen que está en la parroquia de su nombre en Las Palmas). Esas cosas no las entiendo, aunque supongo que tienen más que ver con la tradición que con la religiosidad. Otro misterio.
La cuestión es que este asunto no puede resolverse en plan barricada, y por eso creo que las sucesivas flotillas que lleguen a El Aaiún tendrán el mismo final. Por mucho que grite Willy Toledo el gobierno de Madrid -el que sea- mirará hacia otro lado. Hay que ser firmes y consecuentes, lo sé, pero no parece muy práctico dar una y otra vez coces contra el aguijón. Como llevo treinta años clamando en el desierto sobre este asunto (la mayor parte del tiempo solo) puedo permitirme decir que cada flotilla que llegue al Sahara desde Las Palmas o Santa Cruz lo único que conseguirá es poner a Canarias en el mapa de la información internacional como zona de conflicto, y encima el asunto saharaui no se moverá ni un milímetro. A ver qué turista europeo va a subirse en un avión rumbo a un lugar que acaba de ver en los noticiarios como escenario de un conflicto, porque desde lejos se magnificará y parecerá mucho mayor.