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Genocidios

zhiroshima.JPGUn horror sobre otro hace que nos vayamos olvidando del origen de los horrores. La verdad es que la historia de la Humanidad es como un gran Museo de Madame Touseau, pero sin duda el horror colectivo contemporáneo tiene su ensayo general en el bombardeo criminal de Guernika en 1937, pues la Legión Cóndor alemana lo realizó a las cuatro de la tarde para coincidir con la salida de las escuelas y así probar sobre niños indefensos los novedosos dispositivos de ametrallamiento que portaban los aviones. Y si Guernika fue en gran ensayo, la obertura a gran orquesta fue en Hiroshima, el 6 de agosto de 1945, donde comienza una nueva era, la del terror nuclear. Antes y después ha habido horrores continuados o puntuales, y nuestra mente no acierta a entender lo sucedido en Treblinka o Auswichtz, en los Gulags soviéticos, en Shabra y Chatilla, en Sarajevo, en Monrovia, en Kosovo… Afrontemos que lo hicieron personas como usted y como yo, y eso nos convierte en genocidas en potencia. Aterrador.

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Cerrado por vacaciones

zz-cerrada verano.JPGDurante el mes de agosto todo se va ralentizando, y disminuyen los servicios públicos y privados, se aletarga la producción, y como la mayoría de la gente está de vacaciones, es un calvario cualquier gestión, porque trabajan poquitos para atender a una muchedumbre. A España en agosto le cuelgan el cartel de «cerrada por vacaciones». Así, no hay manera de encontrar un servicio a la altura de la normalidad, por poner sólo tres ejemplos, puesto que ocurre con todo. Hasta los gobiernos se van de vacaciones. La disculpa del buen tiempo no vale, porque hay al menos cuatro meses, de junio a septiembre, con buen sol y excelentes temperaturas. Si las vacaciones se organizaran de una manera racional, el país seguiría funcionando, no habría aglomeraciones, la gente siempre tendría un buen servicio y los establecimientos hoteleros tendrían buena ocupación en mayo y septiembre. Y con los fines de semana y los puentes también habría que hacer algo en un país serio.

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El día que murió Marilyn

zz-rama.jpgAgosto me atrapa con sus efemérides, con sus memorias, con su fechas, unas jubilosas y festivas, otras melancólicas y hasta nostálgicas, la mayoría filón para escribir novelas, como aquella de Terenci Moix, El día que murió Marilyn, que no es otro que el 4 de agosto, día en que La Palma, Lanzarote y Agaete festejan a la Virgen de las Nieves. El 4 de agosto, cómo no, La Rama, una fiesta peculiar, atávica y contemporánea al mismo tiempo, y el día 3, fecha en que Cristóbal Colón partió de Palos de Moguer hacia lo desconocido, que no lo era tanto porque los Templarios y los vikingos ya habían estado en América. De la gesta colombina lo que más me atrae es lo surrealista que emerge de su memoria, como cuando nuestra entrañable María Dolores de la Fe quiso provocar y provocó diciendo que Colón era una mujer, una especie de Catalina de Erauso, la Monja Alférez. Es agosto, no parece grave, tomaré algo y se me pasará.