¿Un mundo feliz?
Ha visitado España el científico Michio Kaku, que ha hablado de los avances que nos esperan en el futuro inmediato. Teniendo en cuenta que nuestro actual teléfono móvil es más potente que los ordenadores de la NASA que llevaron el hombre a La luna, todo es posible, según él, y viendo que algunas de las cosas son ya una realidad. Está claro que nos quieren controlar a través de la ultradesarrollada sociedad de la información, que es de ida y vuelta, porque sebemos de los demás pero también lo saben todo de nosotros.
Ya existen gafas conectadas a Internet, y si hablamos de ropa inteligente, que controla la temperatura, el ritmo cardíaco y hasta avisa a la ambulancia automáticamente en caso de que nos dé un jamacuco, de chips por todos lados, hasta el punto de que podremos conocer la biografía de cada una de las personas con que nos crucemos en la calle en segundos, y por imaginar se habla de teletransportarnos y cosas por el estilo.
La verdad es que no estoy seguro de querer vivir en ese mundo orwelliano, aunque de algún modo ya habitamos en él, si pensamos en lo distinta que es la vida cotidiana actual en comparación a veinte años atrás, cuando nadie tenía orenadores, Internet o móvil. Para lo que no parecen querer encontrar solución es para el hambre, las desigualdades y la locura que están poniendo en peligro nuestra supervivencia como especie. Y Cuando hablan de lo potente y barata que es la energía derivada del hidrógeno, del agua del mar y otras formas no contaminantes, me entra la risa, porque ya se encargarán las multinacionales del petróleo de que eso nunca sea una realidad.