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El continente envejecido


Europa ha sido conocida durante décadas como «la vieja Europa», que era casi un halago, porque se remitía a sus gloriosos siglos de cultura (también de guerras interminables). Ahora, Europa es vieja, literalmente, pues la esperanza de vida ha subido como en ninguna otra parte, debido sin duda a la generalización del Estado del Bienestar. Y esa es la vaina, que todavía no nos atrevemos a cambiar el concepto de «Estado de Bienestar» por el de «Sociedad de Bienestar». apensio.JPGTodo el mundo creyó que esto era una línea que se prolongaría hasta el infinito, pero no es así, y ahora estamos llegando tarde a muchas citas. Este debate no sólo tiene lugar en España, es el debate diario en todos los países de la UE, pero en todas partes cuecen habas, y en lugar de poner manos a la obra (más vale tarde que nunca) quien más quien menos se despacha echando la culpa a sus antecesores. El último ha sido Sarkozy, que en lugar de hacer propuestas mira hacia atrás, incluso muy atrás, porque se salta a Chirac y echa todas las culpas del retraso a Miterrand, porque rebajo la edad de jubilación de 65 a 60 años. El caso es que el debate está abierto, pero hay que cerrarlo y cuanto antes, para actualizar un mecanismo que garantice el bienestar de los jubilados dentro de veinte años. Ya lo dijo Ignacio Baeza esta semana en el foro de Canarias7, pero yo creo que hay que hilar muy fino, y no mirar tanto la edad de jubilación como los años cotizados, porque pudiera suceder que alguien con 60 años hubiese cotizado 40, y otros con más edad hubiesen aportado menos. Y eso sería muy injusto.

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Éramos pocos…

acorre.JPGPor si ya no fuera enrevesado el laberinto en que andamos metidos, ahora se complica la situación en la frontera entre las dos Coreas. Allí meten mano los norteamericanos, los chinos y supongo que Moscú tampoco estará quieto, mientras la UE, como siempre, esperando a ver qué dice el amigo americano. Bruselas ha perdido una oportunidad de oro de involucrarse diplomáticamente en el pulso que mantiene Irán con Occidente, y ya nos ha adelantado Lula, sí, Lula Da Silva, el brasileño, que está haciendo valer su prestigo para intentar suavizar la situación con Teherán.
Como se monte la tangana en Corea, ¿la UE estará otra vez para mandar tropas como hace en Afganistán? La broma nos cuesta 700 millones de euros al año sólo a los españoles, y aquello es un callejón sin salida. Europa se está durmiendo en los laureles de su historia de preponderancia, pero hoy las cartas están repartidas de otra manera, y la UE debe hacer valer el peso que realmente tiene y no practicar el seguidismo con Washington, que al fin y al cabo defiende sus propios intereses, no los europeos.
¿Se imaginan el peso político y económico que tendría una Europa unida, sumando Alemania, Francia, Reino Unido y una veintena de naciones más que juntas son todo un poderío (España, Italia, Polonia, Suecia, Holanda…)? Pero mientras Sarkozy y Merkel sigan jugando a ver quien pita más y en Londres sigan hablando inglés con acento yanqui, da igual que sean galgos o podencos, nos pillarán. ¡Qué oportunidad histórica se perdió en Lisboa!

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Exhibicionismo cruel

En tiempos de crisis, cuando entre la realidad y la rumorología la gente anda temerosa de un cataclismo, resulta vergonzante airear millones de euros, que se manejan como si fuera calderilla. aperro.JPGPor una parte están los equipos de fútbol, que hacen fichajes multimillonarios, que contratan entrenadores que más parecen actores de cine con sueldos estratosféricos y encima dicen que son baratos. Por otra, las televisiones aventan los sueldos millonarios de sus estrellas y a la vez parecen empeñadas en mostrarnos grandes casas y mujeres ricas que compran bolsos de tres mil euros y vestidos de siete mil. Es una bofetada, como pasearse en Rolls-Royce por una poblado de chabolas. Entiendo que ese derroche genera movimiento de la economía, impuestos y puestos de trabajo, pero una cosa es que cada uno gaste según su nivel y otra cosa muy distinta ese exhibicionismo que es como un insulto a quienes lo están pasando muy mal. Eva Perón se cubría de joyas y vestidos caros cuando visitaba los barrios marginales, y cuando se le comentaba ella decía que los descamisados querían ver a una princesa benefactora, a una mujer inalcanzable. Según ella, se puede esperar mucho de alguien que tiene mucho, pero si apareciera como una más entre la gente, nadie creería que puede recibir ayuda de ella. Es una forma de verlo, pero ni los grandes clubs de fútbol ni esos ricos que muestran sus mansiones y sus yates pretenden que se crea en ellos. Esa es la diferencia. (Por si ha quedado confuso, tampoco creo yo en salvadores como Eva Perón).