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La dolorida Polonia

Yo creo que en Europa Oriental hay una capacidad de endiosamiento tremenda, y quienes ocupan cargos públicos acaban creyendo que son enviados del Destino. Lo más terrible es que también lo creen los ciudadanos, y los presidentes de esos países viven rodeados de una pátina de intocabilidad. Esto se ve claramente en Rusia, en Serbia, en Ucrania y, por supuesto, en Polonia.
aa180px-Herb_Polski.svg[1].pngEsa «superioridad» amilana a todo su entorno, y pienso que también creen que, además de intocables, son invulnerables. En pocos años varios presidentes y primeros ministros de países de Europa Oriental han muerto en accidentes aéreos. Debe ser que se piensa que los aviones vuelan por empuje del aura del líder. El caso es que, entre aviones con mal mantenimiento y pilotos atenazados por las exigencias de sus endiosados viajeros, los aviones se van al suelo con una más que mosqueante frecuencia.
Polonia es un país que ha sido colocado en el mapa precisamente en un cruce de caminos de ambiciones expansionistas unas veces de Suecia o Dinamarca, y las más de Austria-Hungría, Chequia, Ucrania, Alemania o Rusia. Por ello ha sufrido mucho y sus fronteras han sido un acordeón. Desde que tuvo conciencia de nación se aferró al catolicismo como elemento diferenciador de los ortodoxos rusos, los protestantes escandinavos y los luteranos alemanes, y tiene por ello también una cultura muy profunda y a la vez mestiza. Polonia, cuna de legendarios reyes en Cracovia y en Varsovia, ahora se quedan sin presidente, y parece que ese sufrimiento no acaba de irse.

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Cultura versus iletrados

Hace más de 15 años, se publicó en un diario nacional un artículo que se titulaba La rebelión de los iletrados, cuyo autor no recuerdo, pero que era profético. Cuanta más zafiedad, más audiencia, y de la televisión, mejor ni hablo, del arte engañoso y truculento, tampoco. Ni siquiera merece la pena hablar de literatura, porque los literatos, esos supuestos intelectuales que creen que lo merecen todo y se quejan de la injusticia de una sociedad inculta, no aportan nada al debate, no ponen el pensamiento al servicio de la sociedad a la que reclaman un reconocimiento.
Después de haber publicado varias decenas de libros, empieza a darme vergüenza que me llamen intelectual, que me señalen como novelista, que me metan en el mismo saco que esa caterva de llorones y mendigos de honores. Nadie se compromete, todos hablan de su propia obra, que en la mayoría de los casos es una inutilidad y un destrozo de materia prima. Es evidente que no me contradigo, porque he dicho muchas veces aquí que en Canarias se escribe hoy más y mejor que nunca, y lo mejor del asunto es que las nuevas generaciones han aprendido la lección y en lugar de llorar laboran. Ese es el camino.
libros150405[1].jpgY es que esto de los honores es relativo. Incluso, aunque alguien haya escrito La Divina Comedia, compuesto Las Bodas de Fígaro o pintado Las Meninas, lo ha hecho porque ese es su gusto, y ya se verá qué aportaciones ha hecho al espíritu humano, a la belleza, a la diferencia entre un hombre y un tigre. Si fuera por mí, creaba cauces para la cultura, suprimía los premios Canarias, Cervantes y hasta el Nobel, porque escribir un gran libro es cosa de talento, y eso viene en el frasco, como tener los ojos azules. No creo que deban premiar a nadie por tener los ojos azules… O sí, porque a ver qué demonios es lo que premian cuando eligen misses, reinas del Carnaval y demás machangadas que ponen a la mujer el precio de la ternera lechal.
La nebulosa surge porque aquí cada cual hace la guerra por su cuenta, se confunden las consejerías, los patronatos y las oficinas de Turismo con la promoción de Canarias. Son dos cosas distintas, y parece mentira que el destino turístico más visitado del planeta aún no sepa la diferencia entre una Sociedad de Promoción y un anuncio turístico. Tienen razón algunos alcaldes al decir que una feria de turismo no es lugar para anunciar chorizos de Teror, que en una feria turística se venden instalaciones, clima y servicios. Pero por esa misma razón, tampoco es sitio para anunciar flora, fauna y cascos históricos, salvo que sean la razón última para atraer a los visitantes, y que yo sepa, a los turistas europeos les interesa tan poco el casco de Tunte como los bizcochos de Moya.
Y en esta confusión, se busca siempre dinero en Turismo (porque es donde está), sea para patrocinar un partido de fútbol, una obra de teatro, un disco o un concierto. A nadie se le ha ocurrido que se cree una sociedad para promocionar Canarias, como tienen en Cataluña o Valencia, y ahí mostramos cultura, historia, gastronomía, ciencia y lo que haga falta. De manera, que todos y ninguno tienen razón, porque no hay quien reparta juego y ordene el partido. Esto no costaría más dinero, se trata de gastar bien el mismo presupuesto de ahora. ¿Es tan difícil de entender?
Siempre estamos con la cantinela de que Canarias tiene otras cosas, además de sol, playa y clima. Y fuera no se enteran, porque lo decimos donde no debemos, en las ferias turísticas. Una sociedad de promoción de Canarias vende imagen, cultura, plátanos y folclore. ¿Qué interés tiene un sueco helado de frío por lo huesos cromañones del Museo Canario? Quiere sol para calentarse sus propios huesos, y las momias le importan un lo mismo que el final de Lo que el viento se llevó.
fitur[1].jpgPero si, fuera del mercado turístico puro y duro, decimos a los demás que Canarias existe, que hay eventos de gran envergadura con periodicidad constante y que serían punto de mira exterior, que hay afamados bizcochos en Moya, rapaduras en La Palma y cabras por un tubo en Fuerteventura, estaremos en los medios y crearemos imagen de la que se beneficiará el turismo, la agricultura, la artesanía y hasta la cultura. Es que seguimos esquemas de los años sesenta, y no se han enterado de que estamos en el siglo XXI.
Y vuelvo al principio, porque los iletrados han tomado el poder, están en todos los medios, y lo peor es que la sociedad es cómplice. Hace unos meses, en una oficina en la que esperaba turno para realizar una gestión, atendían a una chica, que no era fea ni guapa sino todo lo contrario, pero le daban trato principesco, y todos los que esperaban la miraban como se mira a una figura importante. Ante tanta expectación y servilismo, me preguntaba quién demonios era aquella mujer tan famosa. Ella se desenvolvía altivamente, y cuando terminó, se cruzó conmigo y me miró desde arriba -aunque era más baja que yo- igual que una aristócrata que saluda desde su carroza, como si me estuviese concediendo el privilegio de su mirada. Yo seguí caminando a sentarme en la silla para que me atendiesen. Pregunté a la funcionaria y ella me contestó escandalizada: «¡Parece mentira que no la conozca, es Fulanita, la que estuvo en Gran Hermano!» Y pensar que paseé con Benedetti por Triana y no lo conocían ni los libreros. Vamos hacia la Edad Media, cuando los nobles tenían a gala no saber leer.

(Este trabajo fue publicado en el suplemento Pleamar de la edición impresa de Canarias7 el pasado miércoles)

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¿Qué Estado de Derecho es este?

No se preocupen, al final habrá quien será juzgado por los crímenes durante la guerra civil y la postguerra, ya tenemos al hombre, se llama Baltasar Garzón. Esto sólo puede ocurrir en un país que sigue teniendo en su ADN el resabio medieval del fanatismo ultraderechista. Es que no se lo explican fuera de España, y yo tampoco lo entiendo. Se cometieron unos crímenes horribles, niños que fueron robados a sus padres y educados en «familias de orden». Un régimen que negó la identidad a los vivos ahora se prolonga en el tiempo y quiere negarla también a los muertos.
agarzon.JPGAh, sí, que este es un Estado de Derecho. Pues si hay un Derecho que permita semejante barbaridad hay que cambiar el Derecho. Otra opción es cambiar el Estado. Los denunciantes son dos grupos ultraderechistas (uno de ellos La Falange y tres piedras) que se agarran a una interpretación de las leyes cuando menos discutible. El caso es parar la justicia, ajusticiar a quien quiso poner las cosas en su sitio y seguir impunes para siempre. Los norteamericanos hicieron cosas terribles contra los negros hasta los años sesenta amparados en leyes periclitadas. Cambiaron la ley. Los alemanes se han abierto en canal contra el nazismo y hoy es uno de los primeros países del mundo. ¡Hasta los argentinos nos dan lecciones! Sentaron en el banquillo a Videla, Galtieri y a todo los represores de la dictadura. Y en España sigue agazapado el espíritu de la Inquisición.
Pero a nadie parece importarle. Los moderados dicen que hay que dejar trabajar a la justicia. ¿Qué justicia? Eso sí, a la gente se le hinchan las venas del cuello poniendo en la balanza a Messi y a Cristiano Ronaldo, y dejamos que se consume una vergüenza histórica. ¿Es que la Constitución de 1978 no sirve de nada ante el chau-chau de los políticos y los maniobreros que aprovechan el laberíntico entramado judicial de nuestro país? ¿Qué quién va a ganar el partido de hoy y la liga? ¿Importa mucho cuando estamos desmantelando lo poquito que queda de democracia decente? Ojalá el CGPJ y el Tribunal Supremo entiendan que el Estado y el Derecho están por encima de los trucos legales. Si no es así, nos espera un futuro muy difícil. A lo mejor los magistrados hablan de eso esta noche en el palco del Bernabéu.