Sobre la información de Haití

Tengo que decir ante todo que creo firmemente en la libertad de expresión, y que cada medio tiene su propia perspectiva de un mismo hecho, por lo que es importante y fundamental que haya pluralidad informativa. Es normal y necesario que en la guerra haya corresponsales libres que informen para así conocer lo más aproximado a la verdad, y esto es sin duda un freno para los excesos que siempre se cometen. No en vano, cuando los ejércitos quieren hacer una operación determinada y no les conviene que se sepa todo restringen las corresponsalías y sólo dejan ver lo que les interesa.
zperio.JPGEsto es así, pero cuando se produce una catástrofe natural de las dimensiones de lo ocurrido en Haití, no acabo de entender que cientos de medios desplacen hasta allí a su gente y sus equipos. Cierto es que la información ayuda a conocer la magnitud del desastre, pero también lo es que todos estos periodistas -que por otra parte realizan un trabajo muy meritorio y arriesgado- consumen agua, alimentos, electricidad y gasolina. Todos los medios importantes de España tienen ya en Haití a sus enviados especiales, y supongo que lo mismo ocurrirá con los medios de otros países, lo cual da una cifra enorme de personas, con cámaras que consumen energía, usan coches y aviones y, por supuesto, comen y beben agua.
Digo yo, que, ante la enorme falta de medios de toda clase, poner más carga al burro es contraproducente, y entendería que, bajo el paraguas de la ONU, hubiese varios equipos informando continuamente y que esas señales, fotos y artículos fueran de uso general para cualquier medio de cualquier país. En Haití hace falta de todo, y es bueno que se sepa al minuto, pero tal vez sea un exceso, porque tanto periodista entorpece sin querer el trabajo necesario. No sé si tengo razón, o es un exceso -esta vez por mi parte-, pero siempre que veo estas cosas, sea ahora, sea en el tsunami de 2005, sea en los terremotos de Turquía, Italia o Irán, me viene a la mente la foto del niño somalí moribundo por el que estaba esperando un buitre. No deja de machacarme la idea de que el fotógrafo -que ganó el Pulitzer por esa foto- había comido y estaba a dos metros de distancia. Y digo esto por ser práctico, porque los periodistas trabajan desde la buena fe y la profesionalidad, que es éticamente plausible, al contrario de esos cruceros de lujo que -según informa The Guardiancelebran fiestas en playas haitianas a pocos kilómetros de la tragedia, aunque también sobre eso hay informaciones confusas.

2 opiniones en “Sobre la información de Haití”

  1. Yo lo veo desde otro lado:
    De no haber tanto enviado especial, tanta conexión inmediata, la gente no se habría sensibilizado igual, y eso es bueno porque es ayuda directa. Pero también se han activado mecanismos de ayuda indirecta, que sin tanta presión no se habrían logrado, como los recortes de las (asquerosas) ganancias bancarias en temas como este; la actuación de los diferentes gobiernos; la reacción de algunos que sólo ven lo malo de la presencia norteamericana y no aprecian lo inútil que es la ONU…
    Ahora que Haidar ha vuelto, ¿tú crees que sin tanto periodista, sin tanta cámara, sin tanto flash, se habría logrado la resonancia para el caso del Sahara?
    Saludos.

  2. Estoy de acuerdo con todo lo que dices, pero me hace pensar que haya 5.000 periodistas llegados a Haití, que son otras tantas bocas que alimentar, cobijar y que gastan de lo poco que hay. Es imprescindible la información, pero tal vez deberían coordinarse mejor. No sé, es sólo eso. Pero lo que sí tengo claro que sin información no hay reacción, los periodistas son necesarios.

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