Todos deseamos inconscientemente ser eternos, vivir siempre, pero también hemos visto que a veces llega el cansancio de la vida. Ser nonagenario está bien, mientras uno se valga por sí mismo y no tenga hipotecada su dignidad, y cuando no es así casi nadie quiere ser eterno. Conozco a un hombre que nació el 17 de diciembre de 1917; es decir, cumple hoy 92 años de los buenos, que no ponen en entredicho el pensamiento ni la autosuficiencia. Todos firmaríamos un futuro así para nosotros, con una memoria que mira hacia atrás sin ira y que es la historia real del siglo XX en primera línea. Con la misma claridad que habla de Zapatero, este hombre desgrana detalles cotidianos que sucedieron hace setenta u ochenta años, porque habla de la vida.
En el fondo de sus relatos está la dictadura de Primo de Rivera, la II República, la Guerra que él vivió en primera persona y cada una de las décadas en su trato diario con el mundo. Podría componer epopeyas con lo que ha vivido, pero cuando habla de esos momentos se para en los detalles; por ejemplo, cuenta cómo una rata de enormes dimensiones, que se paseaba por la cumbrera de una iglesia, distrajo al sacerdote que oficiaba una misa mientras caían las bombas. Y era en Belchite en el verano de 1937, una de las batallas más sangrientas de la guerra, hasta el punto de que el pueblo quedó tan destrozado que nunca fue reconstruido, sino que levantaron uno nuevo al lado. Conoció al legendario General Pozas pero nunca habla de él, sino de sus compañeros, del paisaje de los Montes de Teruel o de cualquier cosa que no está en los libros de historia pero que son la verdadera historia.
Y esa manera de entender la vida en los detalles más pequeños y las personas más cercanas es tal vez lo que le ha hecho llegar a la lucidez de tantos años, porque tiene memoria remota, pero también sabe qué está pasando en Irak o qué número salió ayer en el sorteo de la ONCE. Aquí estampo mi firma para llegar así a los 92 años, y poder seguir hablando con este hombre, junto a un vaso de buen escocés, comentando lo que tenemos alrededor, que es lo que finalmente compone la vida. Lo demás es el Telediario.
¡SALUD, Y FELICIDADES!
3 opiniones en “17 de diciembre, 92 años”
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Hola Emilio, permíteme que te tutee, antes de nada, vaya con la vida de ese señor, 92 años y con la cabeza en buen estado, tal y como dices ¿dónde hay que firmar para llegar así a esa edad?.
Bueno, el motivo de este mensaje es para aclarar una pequeña cosita sobre la Batallta de Belchite, el pueblo quedó solamente destruido en una tercera parte y se estuvo vivendo en él hasta principios de los años ’60. El motivo de su NO reconstrucción fue el que a sus habitantes se les dio a escoger entre restauración y trasvsar el agua del Ebro hasta el municipio (el río está a tan solo 25 km) o bien hacer un pueblo nuevo. Se eligió hacer un pueblo nuevo, y tal vez eso fue un error, pero esa ya sería otra historia.
Para más información sobre Belchite, puedes visitar mi web http://www.belchite.tk
Saludos.
Gracias, amigo, y si eres de la zona de Belchite, abrígate. Saludos
Muy apropiado lo del whisky, que le va bien para las neuronas.