Más dura será la caída

La realidad está dando argumentos a los charlatanes tremendistas que afirman aquello de «mientras más alto subas, más dura será la caída», que muchos relacionan con una ya mítica película sobre la trastienda sórdida del boxeo, con Bogart incluido, pero que tiene un origen bíblico como casi todas las grandes frases de la cultura norteamericana (la verdad es que a veces da la impresión de que la Tierra Prometida no era Israel sino el Oeste americano).
zeppelin-1[1].jpgUn argumento irrebatible es Michael Jackson, que repite esquema como Elvis, Hendrix, Joplin… Parece que esto nos advierte que si subimos demasiado alto nos daremos un gran castaña. Pero esto no es verdad, porque muchos hay llegado muy alto y allí permanecieron siempre. Al final todo el mundo muere y nadie se libra de la Parca, da igual que sean Mozart, Napoleón, Dante o Picasso. Pero nos siguen diciendo que más dura será la caída como si predicaran el conformismo.
Y esto también nos remite al mito de Icaro, que voló tan alto que el Sol le derritió la cera con que había construido sus alas. Y claro, la castaña. No confundir el legítimo deseo de superación con la vanidad enfermiza. Pero si hablamos de salir de un laberinto hacia el cielo, como hizo Icaro, tenemos que hablar del preso italiano que trató de escapar de la cárcel en un dirigible, que por cierto era ridículo, porque cuatro metros nada tiene que ver con aquellas gigantescas naves que diseñó el conde Zeppelin. Al final, todas en el suelo, como los huesos de Icaro, pero no olvidemos que hay quien tiene alas reales que no hay sol que las derrrita.

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