Ecologista. Adj./s. com. Dícese de aquella persona o grupo que defiende de forma activa la conservación del medio ambiente.

Me gusta esta palabra. Es provocadora, sugerente, aventurera. Creo que todas las personas tenemos un poco de ecologista. El ser humano en sus más profundas convicciones reivindica un espacio vital digno, un amor a la naturaleza y, por supuesto, todos tenemos una sensibilidad hacia el resto de los seres vivos. Aunque, a veces, por el ritmo que imprimimos a nuestras vidas, olvidamos devolver a la naturaleza todo lo que nos ha dado.

Nací en Telde, en la primavera de 1968, cuando en Francia se libraba una de las mayores revueltas ciudadanas contra el poder establecido. Quizás por ello tengo un carácter muy reivindicativo y liberal. De pequeño, mis padres me llevaban los fines de semana a las fincas agrícolas de mis tíos en Valsequillo, donde yo correteaba, subía y bajaba montañas. A esa edad temprana aprendí de los sabios del campo una cosa: el respeto a lo que nos rodea.

Inconformista y perseverante, me gusta emprender nuevos proyectos. He escrito innumerables artículos de opinión en la prensa y revistas  especializadas sobre materias como: transportes, espacios naturales, medio ambiente, política ecológica, senderismo, etc. En los últimos años he publicado cinco libros donde fomentaba las visitas culturales y naturales.

Quiero que la «Ventana Verde» esté en tu pestaña de favoritos. Entonces habré cumplido mi objetivo: abrir un escaparate para lo que te gusta y me apasiona, el Planeta Tierra, nuestra querida Pacha Mama.