En el techo del mundo: Monte Everest.
La pasada semana circuló en la prensa mundial y redes sociales, una foto de alpinistas en fila india esperando acceder a la cumbre del Everest. Puso en debate la masificación de aquel precioso lugar.
Las expediciones comerciales han aprovechado esta primavera para hacer su auténtico negocio y se habla de que, solo el día de la foto, había más de 200 personas. El buen tiempo anima la escalada, sin embargo, un gran porcentaje (para algunos expertos el 90%) no están preparados para una “excursión” tan exigente. Subir al pico más alto del mundo, requiere de una preparación física y mental. No basta con tener dinero y pagar a cuadrillas de porteadores para que te ayuden.
La basura es indignante
Si ya fue esclarecedor ver las fotos de la pasada semana, más decepcionante es ver las fotos de los restos de basura que esas expediciones dejan allí. Eso sí que es denunciable e indignante.
Pues bien, parece que el Gobierno de Nepal comienza a actuar. Mientras el debate continúa para un control más exhaustivo y evitar las masificaciones en esa montaña, acaban de comunicar que varios equipos de montañeros junto a una docena de experimentados escaladores sherpas, recuperaron más de 10 Tn de desperdicios y cuatro cadáveres que quedaron abandonados en la montaña más alta del mundo.
El director general del Departamento de Turismo nepalí, Dandu Raj Ghimire ha comunicado a EFE, que la basura será trasladada a la base del Ejército de Nepal en el poblado de Namche Bazar, a 3.440 metros de altitud y, después a la capital del país para ser reciclada por la compañía especializada Doko Recycling.
Los cadáveres fueron trasladados a Katmandú la semana pasada para la identificación y entrega a sus familiares.
La foto que acompaña a esta noticia: Hombres del ejército nepalí amontonan la basura recolectada en el monte Everest en Namche Bajar (Niranjan Shrestha / AP)
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