A la hoguera
Creo que lo primero que deberían de hacer es ponerse de acuerdo. Sobre todo, aquellas que dicen que solo hay un feminismo válido y que `se es’ o `no se es’. Hace unos días di mi opinión sobre las críticas a Juego de tronos, que la tachaban de ser la serie más machista de la historia y ahora leo que la opinión de las feministas, era que la consideraban la serie más representativa de “la cuarta ola feminista”. Hasta ahora. Porque han vuelto a cambiar de opinión. Y esta vez no voy a hablar con medias tintas por ese terror a que me salten al cuello como ya me ha ocurrido en alguna ocasión (no el miedo, el ataque). Y no lo voy a hacer porque no quiero ser cómplice ni atrincherarme en silencios cobardes. Ya está bien. Ya está bien de querer guionizar el mundo según las normas establecidas por algo rayano en un fanatismo intransigente. Juego de tronos es una serie. Una serie que surge de una de las mejores sagas de literatura fantástica escritas en el siglo XX. Esta moderna Inquisición, y sí, la llamo así porque han pasado ya a palabras mayores desde el momento en que quieren prohibir libros y cuentos de nuestros tres mil años de literatura porque no encajan en su `dogma’, al más puro estilo inquisidor, se sienten defraudadas y creen que se ha cometido una de las “mayores injusticias en una ficción”, porque Daenerys ha masacrado una ciudad no por violencia (lo que antes criticaban tan duramente de la serie) sino porque se insinúa que “¡está loca!”. ¿Y qué si está loca? ¿Y qué si el escritor y el guionista, a la “hija del Rey Loco” la hacen digna heredera de su locura, como se lleva insinuando desde el comienzo de la serie? ¿Una mujer, en una ficción, en la vida real o en cuento, no puede estar loca si no hay una cuota de locos también? Continuar leyendo «A la hoguera»