39 años de la revista El Ecologista

No fue hasta 1977 cuando nace Alfalfa: revista de crítica ecológica y alternativas, editada por el colectivo TARA (Tecnologías Autónomas, Radicales y Autogestionadas) radicado en Cataluña. También, en junio del mismo año, el Collectiu de Periodistes Ecologistes de Catalunya lanza Userda, una revista elaborada, según reza su primer número, por grupos ecologistas de Barcelona y de las comarcas catalanas. 47590845.jpg
A pesar de coincidir con uno de los momentos álgidos de un movimiento social que apenas acababa de nacer, ambas revistas apenas duran una docena de números.
Sin caer en el desánimo, es en 1979 cuando activistas y grupos ecologistas de todo el Estado español ponen en marcha otro proyecto de comunicación: la revista El Ecologista.
El primer número aparecía en los quioscos en noviembre gracias al esfuerzo del Colectivo Tierra. Integrantes de aquel primer equipo fueron Ángel Hevia, Elena Domingo, Juan Pablo Albar, Felipe Colavidas, Pepe Cuenca, Milagros del Barrio, Mª Carmen Espinar, Agustín Hernández Aja. Todos ellos coordinados por Alfonso del Val.


Se creó, pues, un importante medio de comunicación ecologista, a partir de un consejo de redacción y una junta de fundadores formados por activistas y grupos de este movimiento social, con la firme vocación, además, de ampliar el ámbito de su influencia a otros sectores.
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Las portadas de El Ecologista destilaban ironía y originalidad, tomando en ocasiones referencias clásicas para, una vez subvertidas, lanzarlas sobre la vista del lector, con el ánimo de sorprender y provocar. En sus interiores conviven ilustraciones que invitaban al disfrute explícito como forma de desobedecer la mediocridad establecida, con recursos propios del cómic y las fotografías de protestas y movilizaciones.
En sus primeros números abundan las informaciones antinucleares, con titulares simples y directos como «Valdecaballeros», «La industria del uranio», o «El síndrome del zirconio». El reciclaje, la movilidad, la ciudad fueron temas recurrentes con artículos ácidos y críticos: «El erotismo de montar en bicicleta por las ciudades», «Los urbanitas van de culo», o «El reciclaje: ni el Estado ni los Ayuntamientos saben lo que es». Otros temas recurrentes fueron la contaminación, el calentamiento del planeta o el antimilitarismo.
En sus editoriales se sintetizaron las ideas básicas del ecologismo, ofreciendo una crítica radical al capitalismo y proponiendo alternativas para vivir mejor, sin nucleares, sin ejércitos, en libertad y de manera saludable.
Revista Ecologista
En rigor el nombre de la revista sigue siendo El Ecologista. En 2003 se intentó suprimir legalmente el artículo masculino del nombre, pero el cambio no fue admitido. Aun así, desde la organización se prefiere usar el nombre, más genérico e inclusivo, de Ecologista.
En el verano de 1999 reaparece El Ecologista, el medio de comunicación con que se dotaba Ecologistas en Acción. Se recuperaba así una de las cabeceras más decanas de las publicaciones ecologistas. En esta nueva etapa, será José Luis García Cano quien asuma las labores de coordinación.
En aquel primer número, el viejo colectivo de redacción de El Ecologista, cedía la cabecera con estas palabras: «Ecologistas en Acción, un nuevo logro del movimiento ecologista, por lo que demuestra su capacidad de unión y cooperación desde la diversidad, tiene ante sí este viejo reto de comunicar a nuestra sociedad que lo verde o ecológico va más allá de un consumo sinceramente menos agresivo y contaminante, y se sitúa sobre el placer de reducir el consumo y aumentar el amor y la solidaridad. El viejo equipo de redacción de El Ecologista os desea con entusiasmo que utilicéis de nuevo este, para nosotros, emotivo nombre y seáis capaces de comunicar a la sociedad estas ya viejas, pero tan actuales aspiraciones del movimiento ecologista».
El tiempo ha sido fragua suficiente para decantar los mensajes que el ecologismo ha elaborado y se han hecho permanentes a lo largo de los lustros y las décadas. Lugares comunes que han encarnado el espíritu del movimiento ecologista son: la lucha contra el cambio climático, la perspectiva internacionalista, la lucha por una forma de vida diferente y contraria a la del consumismo, la limitación del crecimiento, la justicia social, etc.
El próximo año 2019 se cumplirán 40 años y llegaremos al número 100.
Toda una historia para celebrar ante la constante y acentuada desaparición de revistas impresas, especialmente de medio ambiente y naturaleza.
Más información es su web.

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