Cruz del Piloto en el Barranco de Pino Gordo (La Aldea de San Nicolás)
Cuando se van a cumplir justamente 54 años del accidente aéreo de Pino Gordo, varios montañeros han colocado una cruz recordando el triste suceso y reponiendo la antigua cruz de tea que se llevó un fuerte temporal de aguas.
El barranco de Pino Gordo es de esos lugares donde sus palmeras esbeltas y siempre verdes dibujan entre las abruptas y rocosas montañas un cuadro auténticamente paradisíaco.
Es el límite geográfico entre los municipios de Tejeda y La Aldea. Nace en las estribaciones de los pinares de Inagua (degollada de Las Brujas) y desemboca en el barranco de Tejeda, en el lugar conocido como El Salado, a lo largo de sus, aproximadamente, siete kilómetros de longitud, los topónimos se mezclan entre naturaleza, viviendas, cuevas, barranqueras y, nombres y apellidos de los antiguos pobladores.
Pino Gordo en la historia de la aviación militar
El 10 de junio de 1959, a las 10:27 horas, dos aviones pertenecientes al 363 Escuadrón de las Fuerzas Aéreas del Ala Mixta Nº36 de la Base Aérea de Gando, inician un vuelo de instrucción. Según la versión oficial, en las proximidades del Barranco de Pino Gordo, debido a una fuerte turbulencia y la consiguiente pérdida de velocidad, intentaron realizar un aterrizaje en sus laderas, incendiándose ambos aparatos.
El aparato del sargento Jaime Bujosa Roselló, de 23 años, que supuestamente arrastraba una avería en su motor, panceó en un cercado, a una cota muy elevada, en las laderas del punto conocido como Jabelón y se incendió. Con tan buena suerte, que allí se encontraban, casualmente, recolectando cebada, Manuel Afonso Montesdeoca y su hijo Antonio que corrieron a auxiliarle. Bujosa, herido, le indicó a Antonio que rodeara el aparato por el riesgo de explosión, y así consiguió llegar a él, despojarlo del paracaídas y apagar las llamas que lo envolvían. Posteriormente, el aparato explotó.
Al preguntar por su compañero y tras comunicarle su infortunio se desvaneció. Lo trasladaron en una mula desde la Casa de los Peñones por el camino que desciende a la Cueva del Mediodía y a El Pinillo. Una vez en el pueblo de La Aldea, se le habilitó una furgoneta con una «cama de pinocha» y una manta,… para su evacuación a Las Palmas de Gran Canaria. Fue ingresado en el Hospital Militar con quemaduras de pronóstico grave en la cara y ambos brazos y permaneció hospitalizado hasta el 14 de Julio del mismo año.
El piloto del segundo avión falleció en el acto.
El teniente José Martín Benítez, de 24 años, no corrió con tanta suerte. Él seguía la estela del sargento Bujosa, pues al remontar por el Barranco de Pino Gordo, no pudo evitar el contacto con la pared superior izquierda -lateral derecha del barranco aguas abajo-. Perdió el control del aparato y se estrelló, deslizándose por un barranquillo tributario. A continuación se incendió, quedando carbonizado el piloto, en las proximidades de las Casas de Pino Gordo. El Teniente Martín Benítez fue enterrado el 14 de Junio, en Écija (Sevilla), su localidad natal.
Continuar leyendo «Cruz del Piloto en el Barranco de Pino Gordo (La Aldea de San Nicolás)»