Hablar francés

¿El continente olvidado?
¿El idioma olvidado?
Escribo desde Canarias. Parece que este dato no es importante, pero lo es. Leyendo el título, algunos ya sabrán de qué continente estoy hablando. África. Y digo que escribo desde Canarias porque para nosotros, lejos de ser un continente olvidado lo tenemos muy presente. La arena del desierto que nos llega en forma de calima, que nos enrojece los ojos y que nos provoca dificultades respiratorias, nos recuerda que «África está ahí al lado» pero estas dolencias, no son las que realmente nos deberían recordar su cercanía.
Muchos consideran a África la China del s.XXI, y al igual que ella, crece, y mucho. Es cierto que tiene problemas endémicos como un crecimiento de la población sin freno que agravará los niveles de pobreza extrema, violencia, corrupción, política…Pero necesita seguir creciendo y debe hacerlo más rápido. Necesita diversificar sus economías, aumentar la productividad, crear infraestructuras, desarrollar su capital humano.
Esta breve introducción hecha desde una visión global, muy lejos de profundizar en temas más complejos y que desconozco, me sirve para intentar acercarme a lo que quiero decir.
Me sorprenden mucho, muchísimo, las voces que se levantan en contra de la salida de nuestros jóvenes al exterior. Aquí tampoco quiero entrar en aspectos políticos. Solo quiero hablar de lo que significa «salir» a otro país, sus ventajas que son muchas (y muy pocas las desventajas, para mí, ninguna) y de la importancia que tiene el aprendizaje de idiomas desde edad muy temprana y hacerlo desde la experiencia reciente que me han aportado estos años de trabajo en el sector de la enseñanza y mis años viviendo en otro país, Japón.
Recientemente he tenido en casa una niña de intercambio que venía de Stuttgart. No pueden imaginar la alegría diaria que me daba ver a Yui hablándole en alemán y a su amiga alemana, contestándole siempre en español. Las dos se esforzaban en hablar siempre en el otro idioma, el que les resultaba más difícil. Y hablaban y hablaban. Y se enseñaban y enseñaban. Nuevas palabras, nuevas expresiones y se reían y compartían sus culturas. Y cuando no se entendían, recurrían al inglés, idioma común para las dos. Pero lo más bonito para mí, era ver cómo lo hacían sin miedo y cómo sus pequeños cerebros, todavía en formación, eran mucho más grandes, más ricos, que el mío a esa edad, temerosa de hablar dos palabras en inglés; temerosa de vivir en otro país; temerosa de viajar sola a casa de unos desconocidos. Y todo, gracias a que se pueden comunicar. Pero, aparte de esta visión `romántica´ del aprendizaje de idiomas, está la otra, la práctica, la que nos lleva a pensar en el futuro profesional de nuestros hijos.
Vivimos en Canarias y parece que aquí por la dependencia económica que tenemos del turismo debe ser imprescindible hablar alemán (ya dando por hecho que el inglés forma parte de la formación básica y nada más lejos de la realidad). Pero sí, hablar inglés ya no es suficiente, pero hablar alemán, como tercer idioma, para mí tampoco es la elección correcta. Por lo menos, no debe ser la única. Existe otro idioma que, y aquí es adónde quería llegar, no ocupa el lugar que se merece en estas islas, y que su aprendizaje debería ser fundamental, especialmente porque estamos aquí, en Canarias, como decía al principio «al lado de África». Estoy hablando del francés.
Mi trabajo en un colegio trilingüe (español, alemán e inglés) me permitió estar al corriente de las preferencias de los padres a la hora de elegir un segundo idioma para sus hijos, y un tercero. Y cuando, llevada por mi innata curiosidad, les preguntaba por el francés, las caras eran siempre de incredulidad, más bien, de «ni me lo planteo».
Debemos aprovechar la posición que nos proporciona ser el primer destino turístico europeo para desarrollarnos en otros ámbitos económicos. Para ser considerada efectivamente la «Plataforma Tricontinental.» Para ser efectiva la expansión hacia África, que se ve lastrada porque los canarios no hablamos francés.
La ULPGC, Proexca o el ITC, han convocado plazas para programas de cooperación e internacionalización que quedan sin cubrir porque, reitero, no hablamos francés.
Determinadas circunstancias, mi llegada desde Japón y un cierto desconocimiento de la oferta educativa en las islas en aquel momento. Mi desconocimiento de «la cercanía de África» (entiéndase no como desconocimiento geográfico, sino como de país en fuerte desarrollo y de la importante posibilidad de las islas de expandirse y de internacionalizarse hacia ese continente), me hicieron escoger un colegio para Yui no bilingüe y posteriormente, por otras circunstancias, uno trilingüe, pero en inglés y alemán. Si pudiera volver a escoger, no lo dudaría: Yui iría al Liceo Francés. Creo que el Liceo debe reivindicarse más. Mucho más. Que debe recordarnos que 170 millones de personas hablan francés en África. Que, aunque la mayoría lo desconocemos, la presencia francesa en las islas, es muy anterior en el tiempo a la presencia británica. Que África es mucho más para los canarios que arena y calima.

2 opiniones en “Hablar francés”

  1. AHUL
    Una realidad patente y no correspondida por los dirigente de la educación en Canarias.
    Se puede considerar al idioma francés Universal, no por los países que lo hablan, sino, también por la cultura entre otras cuestiones, poco antes de 1970 el francés estaba en los institutos de Canarias.
    Pero la realidad es que Canarias no quiere reconocer la gran importancia que tiene en francés en nuestro entorno y en nuestro continente físico.
    Muchas gracias por este escrito tan real como bonito.

  2. Un realidad frente a la cual continuamos de espaldas, como todas aquellas cosas que no nos interesan, y no porque las hayamos descartado conscientemente,es simple ignorancia. Estupendo artículo.

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