Publicado el

Un profesor

Desde que mi hija tuvo uso de razón y con cada simple ejercicio que hacía de matemáticas, siempre le decía lo mismo: ¡eres un genio! ¡Un genio de las matemáticas! Y se lo creyó. Nunca les ha tenido miedo y yo se lo sigo diciendo, de vez en cuando, para que nunca lo olvide.
Yo siempre les tuve miedo. Con solo ver un número ya me echaba a temblar. Y suspendía. Literatura, historia, arte, filosofía, me encantaban, pero las matemáticas no. Y no porque fuese una persona de letras. No. Era porque me daban miedo. Ese miedo que paraliza y que en cualquier situación hace que nuestro cerebro se bloquee. Hasta que llegó él. Aitor. Era 3º de BUP. Había cambiado de instituto y llegaba con mucha ilusión. Me había librado de «La Blanco» una profesora a la que nunca se le debió permitir serlo. No sé cómo me llegó la historia de Aitor, bueno, supongo que me lo contaría algún compañero. Aitor donaba todo su sueldo a una congregación religiosa para ayudar a los más necesitados. Se quedaba con lo justo para vivir y creo que le proporcionaban alojamiento. Recuerdo cómo me impactó. Pero mi miedo a las matemáticas continuaba, a pesar de lo admirable que me pudiera parecer mi nuevo profesor.
Continuar leyendo «Un profesor»