Yo también me sumo a la Huelga Feminista

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Mañana, también me sumaré a la Huelga General que propone el movimiento feminista. Huelga que supone también no consumir, cuidar lo imprescindible. Y sobre todo, salir, salir a la calle para manifestar la necesidad que tenemos las mujeres de seguir reclamando unos derechos que, legalmente están reconocidos, pero que a todas luces distan mucho de ser reales.

Estos días aparecen cifras de todo tipo que argumentan esta desigualdad en la tarea de los cuidados, en la prestación económica que recibimos por nuestro trabajo, en la representación institucional, en el acceso a un empleo. En fin, infinidad de información, que aunque quieran simularla, confirman, con solamente echar un vistazo, que estamos muy lejos de la igualdad real.

Pero creo que hay una cosa fundamental que debemos recordar mañana, NO TENEMOS NADA QUE CELEBRAR. Estamos recordando que, tras esta fecha, existe un brutal suceso: el incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist, el 25 de marzo del año 1911, que se llevó por delante a 146 mujeres de todas las edades, la mayoría inmigrantes de los países del Este e Italia. Murieron encerradas, condiciones en las que trabajaban normalmente.  Y aunque habían denunciado esa situación, un año atrás en una gran manifestación, no habían mejorado.

Por eso, aunque el ambiente que queremos establecer es el de alegría y confianza, en la capacidad que tenemos las mujeres para luchar y conseguir nuestros derechos, debemos darle el carácter reivindicativo que tiene. Además debemos tener presente, no solamente lo que pasa aquí ,sino lo que sucede en otros muchos países, donde se siguen dando las mismas condiciones de esclavitud que se dieron en su momento en la fábrica Triangle Shirtwist. 

Quiero recordar a las niñas africanas que se dejan la vida bajo tierra, recogiendo el coltán porque al ser pequeñas reptan mejor, para que podamos tener  nuestros equipos electrónicos y los avances tecnológicos. O las mujeres, que son utilizadas como arma de guerra y son violadas para infringir una mayor humillación a su comunidad. O las que son traficadas por las mafias para ser explotadas sexualmente en Europa, en lo que nuestro país está tan bien posicionado.

No, no tenemos nada que celebrar, salvo que sabemos que ya hemos avanzado lo suficiente para no querer dar un paso atrás. Que queremos que nuestras hijas, hermanas, nietas, primas, vecinas, sigan caminando seguras y tranquilas por la vida porque han tenido la suerte de nacer en un lugar como Europa, a la que, por cierto  quieren cargarse.

No, no tenemos nada que celebrar ante quienes quieren confundirnos hablando de feminismos liberales, señal que no han entendido nada o mejor, que no quieren entender, porque no les interesa, que el feminismo es un proyecto de igualdad de oportunidades, de justicia y no de un liberalismo que cree que con dinero lo puede comprar todo: los cuerpos de las mujeres, los hijos e hijas de las mujeres pobres, el tiempo de los trabajadores y trabajadores falsos autónomos vestidos de economía colaborativa, etc, etc.

No, no tenemos nada que celebrar y sí mucho que reivindicar, mucho por luchar, mucho por sororizar, mucho por protestar, mucho por proponer, mucho por realizar.

Así que yo esta tarde prepararé mis bocatas, me pondré la camisa de Koopera y me tiraré mañana a la calle para compartir con todas mis compañeras y compañeros, que seguimos teniendo mucho por trabajar. Y solamente celebraremos que creemos en una sociedad justa, solidaria y sostenible.
Es decir, una sociedad feminista
.

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