Cantata a la mujer
Me lo Me lo contaba entusiasmada Belén en diciembre, mientras nos tomábamos en su cocina un chocolate con churros y unas tortillas de carnaval, que había hecho mi amiga Pilar, su madre.
El arte de lo posible
Me lo Me lo contaba entusiasmada Belén en diciembre, mientras nos tomábamos en su cocina un chocolate con churros y unas tortillas de carnaval, que había hecho mi amiga Pilar, su madre.
Resulta difícil ponerse a escribir, en medio de esta vorágine informativa, de algo que no sean elecciones y sus correspondientes campañas. Como parece que este año la asistencia a las urnas va a ser notable, dejaré para otra entrada lo que me parece fundamental defender en estos momentos. Y me ocuparé de acontecimientos que marcan la vida diaria de mucha gente, fundamentalmente las mujeres. Pero incluso, si no voy a hablar de elecciones, hay una cosa clara cuando hablamos de nosotras y son los derechos. Y estamos ante unos comicios que nos llevará a la España de las derechas o la España de los derechos.
Asisto atónita, en medio de una semana frenética de viajes y trabajo, al salpafuera que se ha montado en este país por utilizar una palabra, una figura que se llama diálogo, mediador, relator o cómo quieran ustedes llamarlo.