Transición ecológica

con la francesa reducido.jpgA menudo tengo que acudir a congresos, reuniones, simposio, jornadas. Y reconozco que algunas de ellas, a priori me molan poco. Son muchos años participando en eventos de este tipo. A veces, en algunos de ellos me pregunto nada más empezar: ¿qué hace una chica como tu en un sitio como éste? Eso si, en todos ellos intento sacar algo de provecho, que diría mi abuelo.

Esta semana tenía prevista en mi agenda una jornada sobre Transición Ecológica. En el programa figuraban personas de reconocimiento internacional en este tema que acompañaban a la anfitriona, la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

El cambio de lugar por la afluencia de personas interesadas y hasta las colas para entrar al magnífico Paraninfo de la Universidad Complutense en la calle de San Bernardo, mostraba el interés por un tema que interesa cada vez más en numerosos sectores, de ahí la muestra  de personas que representábamos diferentes sectores, ámbitos y responsabilidades.

La primera mesa me enganchó. Me reconocía en las palabras de la diplomática Francesa, artífice del Acuerdo de París, Laurence Tubiana, cuando afirmaba una y otra vez que la justicia social tiene que ser la condición fundamental del cambio climático. Que la igualdad de oportunidades está en la base de los objetivos de desarrollo sostenible. Y la importancia de perder el miedo a la hora de abordar cambios y problemas .

Y eso lo debemos liderar desde Europa. Jeffrey D.Sachs, el director ejecutivo de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible, clarito y convencido de que la Comisión Europea tiene que marcar un plan concreto y específico, no tener un proyecto.

El cómo se debe hacer este cambio climático estuvo presente en todas las mesas posteriores, incluida la intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez que reconoció las reticencias a los cambios, pero la necesidad de afrontarlo al tiempo que anunciaba una importante partida presupuestaria para los próximos años.

Sin embargo, para mi ha sido una especie de balón de oxigeno. Durante unas cuántas horas se pusieron encima de las diferentes mesas los temas que seguramente marcará la agenda política de las próximas décadas, aunque no se quiera. Y se hizo con mucho conocimiento, rigor, respeto, preocupación y propuestas.  Las mesas, compuesta mayoritariamente por mujeres con grandes responsabilidades, como  Helen Clark, la que fuera primera ministra neozelandesa o Cristina Gallach, Alta Comisionada para la Agenda 2030, acogían los grandes desafíos que tiene actualmente el planeta aportando argumentos con un tono seguro y sosegado, que sinceramente en estos momentos, se agradece.

Cuando llegué a casa, despues de andar un rato por la fría noche madrileña con una grata sensación, comenté con mi primo Miguel el buen sabor de boca que traía y coincidimos en que hay muchas cosas chulas que se están haciendo y que no tienen eco ni en los medios y a veces tampoco en las redes. Y decidí que voy a aprovechar este blog para seguir enumerando y compartiendo las muchas cosas que se están haciendo sin que sean noticia.

Además es una manera de hacer frente a la negrura en la que nos quieren meter. Así es que, junto a mesas interesantes, tuve la ocasión de compartir un rato con algunas de las ponentes, entre ellas, las ministras Ribera, Calviño y Montero. A esta última porque la necesitamos para seguir avanzando en el desarrollo de las empresa de inserción. Pero será para otra entrada.
Hoy me sumo a quienes queremos seguir construyendo la justicia social, sin miedo a los cambios necesarios, o gestionándolos, para que este planeta lo hereden las futuras generaciones en mejores condiciones.

Con Montero reducido.jpg

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