Bailando con y como lobas
He encontrado en la música, en el baile, una de mis mejores mecanismos de recuperación.
Cuando me siento particularmente triste, cabreada o me invaden unas enormes ganas de mudarme a otro país, sabiendo que en todos sitios se cuecen habas, me pongo la radio a toda pastilla y bailo, bailo hasta que mi cuerpo vuelve a conectarse con una cabeza a la que le cuesta mucho parar. Tras esos movimientos recupero parte de la paz que necesito para seguir en la brecha.