Empiezo esta nueva aventura que me ofrece Canarias7. Es como volver a casa después de muchos años. En este caso no es Navidad sino Pascua, el PASO como me recordaba el otro día mi amigo Bernardino, ateo como muchas de mis amistades. El PASO de la muerte a la vida; el PASO de recoger sin vergüenza los trozos de sueños rotos y volver a empezar. El PASO de saber que de nada sirve ser luz, si no es para iluminar el camino.
Pues en este paso que doy de exponer y exponerme en este blog, quiero recordar a dos personas que ya no están y que para mi fueron referentes del periodismo, o lo que es lo mismo, el servicio a la ciudadanía a través de la información.
Son Mara González y Adolfo Santana. Desde luego, no son apellidos alemanes. Son de Santa María de Guía y del Lomo Magullo, canariona y canarión hasta la médula. Mara cogía un carozo de piña y hacía con él un micrófono improvisado.
Adolfo sacaba un titular ingenioso sin despeinarse, con ojos pícaros, mientras se acariciaba el bigote.
A estas dos personas las traté mucho, las quise mucho; me enseñaron el valor del compromiso, de la pasión por los medios y en sus últimos años, el coraje para hacer frente a la peste del siglo XXI, el cáncer que se los llevó cuando estaban en la madurez de su vida.
Por eso hoy quería empezar esta nueva andadura, recordando a estas dos personas y a quienes vuelven a ser compañeros y compañeras de letras: Manolo Mederos, Gonzalo Martel, Lola Santana, Quesada.
Procuraré mantener este blog vivo, con gracia, alegría, profundidad y coherencia. Invito también a quien quiera compartir alguna reflexión. Todo cabe mientras, como no puede ser de otra manera, mantenga el espíritu constructivo, amable y respetuoso.
Que tengamos una hermosa primavera y de paso, una feliz vida
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