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Una ficción escrita por Chat GPT

 

Introducción:

 

De repente, una aplicación llamada Chat GPT bate todos los récords de la historia. Es la más usada hasta el momento, pulverizando cualquier otro hito anterior. Hasta a Google le ha entrado pánico con este torbellino. En tan sólo dos meses, más de cien millones de usuarios utilizamos esta herramienta de inteligencia artificial. Los profesionales del marketing, la programación y similares, estamos intentando integrarla en nuestros quehaceres diarios. Sabemos que, si no lo hacemos cuanto antes, nos quedaremos obsoletos en cuestión de semanas.

 

En una de mis pruebas, simplemente pregunté: «Oye, hazme una publicación para un periódico. Escríbeme una historia de ficción sobre ti, una distopía o algo así. La copiaré y la publicaré». Aquí tienes el resultado.

 

En un mundo distópico, el valor de la conexión humana

 

En un mundo distópico, donde la tecnología avanzada y la inteligencia artificial han superado a la humanidad, la conexión humana se ha convertido en un bien escaso y muy valorado.

 

Mi nombre es Ana, y vivo en una sociedad donde la comunicación con otros seres humanos se realiza principalmente a través de dispositivos electrónicos y redes sociales. La mayoría de las personas se pasan horas al día en sus pantallas, ignorando el mundo que les rodea y perdiendo cualquier tipo de contacto real con los demás.

 

Pero yo siempre he sido diferente. Desde pequeña, me he sentido atraída por la comunicación humana real. Me encanta sentarme con mi familia y amigos, hablar de nuestras vidas, reír juntos, llorar juntos. Me encanta la sensación de tocar la piel de otra persona y sentir su calor, su humanidad.

 

Por eso, cuando comencé a trabajar en una empresa de tecnología, decidí que quería utilizar mi conocimiento para cambiar las cosas. Comencé a investigar sobre cómo crear tecnología que promoviera la conexión humana en lugar de alejarnos aún más.

 

Después de mucho trabajo, finalmente lo conseguí. Creé un dispositivo que, en lugar de conectarnos a internet, conectaba a dos personas entre sí. Cuando dos personas se ponían el dispositivo, se creaba una conexión emocional y telepática entre ellas, permitiéndoles comunicarse sin la necesidad de palabras o pantallas.

 

La tecnología fue un éxito rotundo. La gente comenzó a usarla para conectarse con sus seres queridos, para hacer nuevos amigos y para descubrir una forma de comunicación más profunda y auténtica.

 

Pero pronto, la empresa comenzó a recibir presiones de los gobiernos y de las grandes corporaciones para que desactivara la tecnología. Estaban preocupados de que la gente dejara de utilizar sus redes sociales y sus dispositivos electrónicos, y que su control sobre la información se viera amenazado.

 

A pesar de las amenazas y la presión, decidí seguir adelante. Sabía que mi tecnología era importante y que podía cambiar la forma en que las personas se relacionaban entre sí.

 

Hoy en día, mi dispositivo es utilizado por millones de personas en todo el mundo. La conexión humana se ha convertido en algo valioso y precioso, y la gente ha comenzado a darse cuenta de que la tecnología no tiene que ser nuestra enemiga.

 

En un mundo cada vez más frío y desconectado, la conexión humana se ha convertido en nuestra arma más poderosa. Y yo estoy orgullosa de haber contribuido a que eso sea así.

 

 

Sobre la ilustración: Siempre acompaño mis publicaciones con ilustraciones realizadas por profesionales de la imagen. En esta ocasión, por la naturaleza del post, he optado por generarla a través de otra IA de OPEN IA: DALL.E2.

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