Cómo la acuaponía planea deshacerse de los suelos en la agricultura

La acuaponía se trata de una no tan novedosa práctica que combina la acuicultura (que se basa en la cría de de peces así como otros animales acuáticos) con la hidroponía, fundamentada en el cultivo de plantas usando disoluciones minerales en lugar de suelo. Y digo no tan novedosa, porque los aztecas ya la aplicaban allá por el siglo XII.

Acuicultura e hidroponía ya muestran de por si singularidades relacionadas con sostenibilidad y eficiencia, no obstante, el ensamblamiento de ambas operaciones produce un resultado aventajado.

El sistema de acuaponía evita que las secreciones de los animales cultivados se acumulen en el agua y aumenten la toxicidad de esta gracias a la implementación del subsistema hidropónico. La función de este es descomponer las secreciones animales en nitratos que en última instancia serán usados por las plantas como nutrientes. Esto posibilita el retorno de agua (no contaminada) al subsistema de acuicultura.

Lo realmente interesante de esta propuesta es que permite ahorrar hasta 90% de agua en relación con la agricultura convencional y eliminar completamente cualquier residuo que se pudiera generar, ya que es un sistema cerrado.

Pero ojo, que ahorrar agua no es el único beneficio asociado a este sistema de producción, y es que investigadores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco han desarrollado un sistema de bajo coste, fácil instalación y bajo mantenimiento llamado SABI capaz de producir 150 kg de pescado y caracoles comestibles, y 40 kg de vegetales y hortalizas en un período de tan sólo 6 meses.

Un sistema de acuaponía doméstico se puede instalar en el medio urbano en un espacio libre de casa o incluso en un balcón, que reciba unas cinco horas de luz al día. Ya existen sistemas acuapónicos comerciales que no sólo son fáciles de administrar sino que requieren muy poco control. En el caso de la lechuga, esta puede cosecharse a partir de cuatro semanas.

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